jueves, 2 de marzo de 2023

On The Beach

Triste, chillona y surrealista: son los tres adjetivos que se me ocurren —indisociables— cuando observo la portada de On The Beach. Los colores amarillo y crema sobre el fondo azul del mar y el cielo nublado; las sillas, la sombrilla, la mesa, el coche hundido; Neil Young de espaldas, descalzo junto a la tumbona; el tiesto con la planta de un tamaño desproporcionado al otro lado, en la contraportada. Es todo raro, extraño, decididamente diferente. Se puede asociar al contenido del disco, sí, pero no es capaz de anticipar la riqueza musical y poética de una de las grandes obras maestras del músico canadiense, publicada, como es sabido de sobra, antes del elegíaco Tonight's The Night a pesar de que éste se había grabado primero. El elepé se registrará entre 1973 y 1974 y verá la luz el segundo año, tirando Young de diferentes intérpretes para dar con su tono claramente crepuscular que, por fortuna, no significará el final de nada, pues todavía le quedaba mucha (incluso demasiada) carrera por delante al autor de Rust Never Sleeps.

Con Neil Young a la guitarra, Ben Keith a la slide, Billy Talbot al bajo y Ralph Molina a la batería (o sea, unos sospechosos habituales), Walk On abre jugando al despiste, la pieza más corta del trabajo, la más roquera, con su pizca de country y sus reminiscencias funk. See The Sky About To Rain nos arrastra a la melancolía que se va a imponer en la segunda cara, una preciosa canción en la que Young toca el piano eléctrico (y la armónica en el último tramo), Keith la steel guitar, Tim Drummond el bajo y Levon Helm la batería. Girando en torno al repugnante Charles Manson, Revolution Blues endurece por segunda vez el sonido, fantástico y muy atmosférico rock en el que la guitarra solista es de Young, la rítmica de David Crosby, el piano eléctrico de Keith y la base rítmica corre a cargo de Helm y Rick Danko, haciendo mayor la presencia de The Band. Si decimos que Neil Young se hace con el banjo y Ben Keith con el dobro no será muy difícil que, sumado a que no suena otro instrumento aparte de las voces, For The Turnstiles pueda calificarse de bluegrass recogido o algo similar. Blues en pie de guerra contra las compañías petrolíferas, el de Vampire Blues lo escenifican Young (¡esa guitarra solista tan enorme y contenida!), Keith (órgano y percusión), George Whitshell (guitarra), Drummond (bajo y percusión) y Molina (batería).

La segunda mitad del álbum conjuga una mayor querencia folk, acústica en lo musical con la introspección melancólica de letras, acordes y ritmos. On The Beach, extraordinaria reflexión sobre las contradicciones de la fama, es cocinada al fuego lento de siete minutos en los que todavía queda la electricidad de la guitarra de Young y el piano de Graham Nash, además de Drummond, Molina y Keith en el lado rítmico. Pasándose a la guitarra acústica y la armónica, Neil Young confirma lo establecido al arrancar este párrafo en Motion Pictures, dedicada a la actriz Carrie Snodgress, a la sazón todavía pareja del responsable de Broken Arrow. Acompañándole, Rusty Kershaw (slide), Keith (bajo) y Molina (percusión). Sumando Young una pandereta, cambiando Kershaw la slide por el violín y manteniendo Keith y Molina los mismos instrumentos, Ambulance Blues sirve para que Neil Young se explaye durante nueve minutos, saque a relucir su yo más dylaniano, utilice por tercera vez (y no por casualidad) la palabra blues en un título y nos emocione aunque sea "difícil decir el significado de esta canción", como dice en uno de sus versos. El octavo y último corte de un sensacional On The Beach que, más allá del estado anímico del artista canadiense, es otro de los ejemplos de por qué en la década de los setenta del siglo pasado cuesta tanto esfuerzo encontrarle rival.


 

9 comentarios:

  1. Parece que la edad facilita una visión más global sobre el conjunto de la obra de un artista y, en el caso de la carrera de Young, ese punto de vista se contempla quizás con mayor nitidez. Dejando a un lado sus dos primeras obras, brillantes ambas (especialmente "Everybody Knows This Is Nowhere", aunque tengo también una especial relación con su primer Lp homónimo), esa doble pareja de ases (permítame el símil de juego de azar) que componen, por una parte "Harvest" y "After The Gold Rush" y, por otra, este "On The Beach" y "Tonight´s The Night", conforman una baza realmente ganadora, imbatible.
    La guinda del pastel será su "Rust Never Sleeps". Creo que de este disco ya has hablado.
    Abrazos,

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  2. Ocho composiciones, cada una con su propia historia y esencia, ocho salientes de una estructura perfecta para construir un disco especial y extraño, donde la oscuridad persiste y el estado de confusión, que se extrae de esa portada que tan bien defines, es parte imprescindible del encanto y magnetismo de "On the beach". Y con algunos The Band por allí en medio.
    Un abrazo.

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  3. Mira que he hablado de Young, Javier, y todavía no lo he hecho de "Harvest" o "After The Gold Rush". Otro que sí he comentado de los setenta y adoro es "Zuma", pero tu baza es ganadora sin ninguna duda.

    Lo has dicho perfectamente, Jorge.

    Abrazos.

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  4. Muy bien dicho. On the Beach la cancion me flipará hasta el final de mis días. Que este pedazo de disco se guardase en una caja a la espera de (sinceramente) no se muy bien qué, es una muestra de la creatividad del monstruo en aquellos años ... Salud Gonzalo

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  5. Normal, J, es una canción infinita. Toda la razón, si citas de un tirón los discos que grabó en la década de 1970 parece imposible encontrar algo tan bueno.

    Un abrazo.

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  6. Obra maestra, de los de la primera división de Neil Young. Abrazos.

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  7. Primerísima división, sí.

    Un abrazo, Juanjo.

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