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No sé exactamente la impresión que causó en un oyente de 1970, pero sí puedo afirmar que la que sigue causando en mí en 2023 el comienzo de Black Sabbath es brutal. La lluvia, las campanas y los truenos precediendo al sobrecogedor riff de Tony Iommi antes de que la aparente calma liderada por los timbales de Bill Ward nos prepare para la entrada de esa voz… Sí, esa voz indescriptible e inconfundible de Ozzy Osbourne que completa el cuadro junto con el bajo de Geezer Butler, arrastrando el hard rock hacia un seminal heavy metal pero —por encima de ello— dando con un discurso, aun vinculado al de Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Blue Cheer o Deep Purple, absolutamente propio.
El tema que nombra composición, disco y grupo adelanta lo que va a ser el modelo a seguir durante seis elepés que colocarán a Black Sabbath en lo más alto de la historia del rock and roll: música fundamentalmente lenta y dura (con matices psicodélicos, baladísticos, experimentales e incluso orquestales que irán apareciendo y enriqueciendo el sonido primigenio) de la que aprenderá el metal por venir, el grunge, el stoner y, por supuesto, Henry Rollins. Los autores de Paranoid, en la línea de Jimmy Page y los suyos, convierten en progresivo y eléctrico el blues, le añaden el toque terrorífico y, ante la falta de tiempo y dinero (la vida misma), hacen de la necesidad virtud grabando casi la totalidad del plástico en directo.
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Bien sea la versión británica de febrero o la norteamericana de junio (no excesivamente diferentes) se nota ese sabor del cuarteto tocando junto en el estudio, disfrutando de la nueva música que está fabricando y dejándose llevar en ciertos pasajes de tendencia jam en los que sí hay algún punteo agregado por Iommi, cuya digitación se siente a flor de piel. Black Sabbath, la canción, Black Sabbath, el elepé, Black Sabbath, la banda: el conjuro de unos macarras de Birmingham que dieron en el clavo, influyeron a miles de grupos y se rieron de todo el mundo con su apariencia macabra y satánica. Empezando por la misteriosa portada de su ya mítico y clásico debut.
Los primeros cinco discos de Black Sabbath son memorables, eso sí, la época en la que entra Dio también me encanta.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo sumaría también el sexto, Savoy. Sí, los dos discos con Dio son una maravilla, muy superiores a los dos últimos que el grupo hizo con Ozzy antes de que el cantante dejara la nave.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Cuantas maravillosas discusiones de colegas sobre este disco! Vaya por delante que prefiero antes a Zepp, Deep Purple y Uriah Heep, me los comí antes que a los de Birmimgham, y eso me marcó de por vida.
ResponderEliminarCuando posteriormente entré con la banda de Iommi (no aguanto al Ozzy) me pegó un subidón tremendo, Coincidió con este su primer trabajo y, debo reconocerlo, los Page, Blackmore, Byron y cia. no tuvieron más remedio que dejar un hueco a esta banda eterna.
Addenda: una de las mejores portadas, con todo su significado telúrico.
Más addenda: Un llamada en favor de Fuzz, la banda alternativa del gran Ty Segall. De los muy poquitos que recoge actualmente el legado más heavy de Black Sabbath (Escuchen su "Levitation Sessions")
¡Qúe mal os portasteís con el bueno de Ward!
Abrazos
Mi orden sería Zeppelin, Sabbath, Purple, con Uriah Heep nunca me he puesto. No conocía a Fuzz, he escuchado algún algún vídeo en YouTube y veo claramente lo que dices. Otro grupo muy influido por los de Iommi (por respeto a tu rechazo a Ozzy, ja ja ja) es Wolfmother.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Buena reseña, Gonzalo.
ResponderEliminarLa influencia de BS es vasta, como apuntas. Me meto en la conversación: yo tampoco he escuchado a Fuzz (de Ty Segall solo conozco el 'Manipulator', y me parece brillante). Solo quiero subrayar algo que ya ha escrito Gonzalo, y es el stoner rock como una de las ramas que descienden de los Sabbath. No se comenta tanto por no pertenecer a la iglesia del metal, pero hay más influencia del rock pesado setentero en grupos como Kyuss y Queens of the Stone Age que en otras ramificaciones de metal, sea heavy, trash, etc...
Muy de acuerdo con tu apunte sobre el stoner, Rodión. Gracias por lo de la reseña.
ResponderEliminarUn abrazo.
bueno si me permites voy a hablar de este supergrupo, a mi este disco no es el que mas me gusta por su rollo excesivamente macabro , pero tiene estupendas canciones, un adelanto de lo que luego se llamara heavy metal bañado de varios estilos mas en el rock como sus 6 primeros discos.
ResponderEliminarblack sabbath la cancion sigue poniendo los pelos de punta como hace medio siglo o n i b con esa letra absolutamente diabolica
mi tema favorito es the wizard me flipo cuando lo escuche y es una prueba mas del talento de estos cuatro genios que llegara a su punto mas alto en vol4 para mi su mas grandioso disco , es un disco que yo situaria entre los 5 mejores del heavyde todos los tiempos aun no siendo el mas popular
otra cosa yo tambien considero sabotage un disco sobresaliente que contiene en mi opinion una de las primeras canciones de heavy que es sympton of the universe, ese riff absolutamente demoledor y esa forma de cantar de ozzy que aun no teniendo voz encajaba como un guante en esta superbanda que a dia hoy me entra mejor que los zeppelin y purple de turno, uriah heep como dije alguna vez es una banda inferior a estas tres que salvo demons and wizards no tiene tampoco muchos discos clasicos , me refiero eso si a los del increible cantante david byron los que vinieron despues no fueron mas que otra banda del monton
por ultimo salvo los primeros y magistrales discos con randy rhoads la carrera de ozzy es tremendamente irregular, a mi bark at the moon me parece correcto sin mas y the ultimate sin una mierda, lo demas ya pase de escucharlo.
y si es increible la cantidad de bandas que estan influenciadas por los sabbath, por cierto a dia de hoy me acojona mas black sabbath que por ejemplo hell awaits de slayer jajaj
un abrazo
Puedes explayarte lo que quieras, Santi, ésta es tu casa. Mi canción favorita del debut de Sabbath es la primera, creo que ya lo dejo claro, ja ja ja. Durante muchos años mis dos trabajos preferidos del grupo inglés han sido el segundo y el tercero, pero el cuarto, con el tiempo, ha ido ganando mucho. "Symptom Of The Universe" es puro metal, sin duda. Totalmente de acuerdo con lo de Ozzy, más allá del pobre Randy no me dice nada, aunque en directo siguió funcionando bien. Y, sí, la influencia de Sabbath es brutal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo controlo los primeros discos del grupo (no seis, tres concretamente) y seguramente este sea con el que más conecto. tu post como siempre da en el clavo y descubre aspectos a los más neófitos, entre los que me encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues los tres siguientes y los dos con Dio de principios de los ochenta, como comentaba con Savoy Truffle, son también buenísimos. Prueba para empezar con el cuarto, que Santi defiende con vehemencia.
ResponderEliminarUn abrazo, Jorge.