Una de las grandes figuras del rock and roll estadounidense de los últimos cuarenta y cinco años, ahí es nada, ya ha pasado por aquí con los Stray Cats y con su orquesta, así que toca hablar de Brian Setzer en solitario, en concreto de ese notable disco de 2003 llamado Nitro Burnin' Funny Daddy. Merece análisis detallado por su variedad y vibrante musicalidad, la de un trío encabezado por la voz y la guitarra de Setzer que viaja a lugares diferentes al rockabilly y el swing a los que habitual y lógicamente se asocia a nuestro hombre.
No obsta lo dicho para que Sixty Years, apertura del álbum, practique el rockabilly, pero en su vertiente high energy, potente tema al que sigue el espectacular Don't Trust A Woman (In A Black Cadillac), hard rock and roll para pinchar al máximo volumen. When The Bells Don't Chime y su irresistible y pegadiza melodía nos transporta a territorio vaquero (banjo incluido), country & western que cabalga a hombros de la batería de Bernie Dresel y el contrabajo de Johnny Hatton, que ya era hora de nombrarles. That Someone Just Ain't You es una buena balada en la que hacen coros Joie Shettler y Julie Reitten, y Rat Pack Boogie, un instrumental que sirve básicamente para que Setzer se luzca a las seis cuerdas sin negar la prestancia de Dresel y Hatton. Ring, Ring, Ring es inequívocamente rockabilly, salvaje corte al que se suma el más relajado pero infeccioso y bailable Drink Whisky And Shut Up. Smokin' 'N Burnin' es puro hot rockin' a la manera de los Cats mientras que la adaptación del Wild Wind escrito por Terry Gylkison bien pudiera ser una canción de la banda sonora de una película del oeste. La segunda balada del trabajo, St. Jude, correcta pero inferior a That Someone Just Ain't You, nos dirige al final, al que se llega mediante el doo-wop y To Be Loved y una revisión de When The Bells Don't Chime que añade entre paréntesis las palabras Banjo Mix, suficientemente explícitas para que hagan falta mayores explicaciones. Decimosegunda pieza de un Nitro Burnin' Funny Daddy que, en mi opinión, vale bastante la pena sin ser, por supuesto, una obra maestra.
Una cosa que deja clara este disco es que es complicado aburrirse con Setzer, dices que no es una obra maestra y no lo es por supuesto, pero variado y energético lo es un rato y eso se agradece siempre, vitamina para el cuerpo y el ánimo.
ResponderEliminarAbrazos.
Totalmente de acuerdo, Jorge, imposible aburrirse con Setzer.
ResponderEliminarUn abrazo.
El tipo es party all the time. De esta epoca escuche mucho el The Dirty Boogie y la verdad es que cuadra con todo lo que dices. Setzer no es pais para tristes .. :-)
ResponderEliminarMuy chulo el "Dirty Boogie", J. No, no, nada de tristezas con Setzer.
ResponderEliminarUn abrazo.