jueves, 7 de enero de 2016
Roger The Engineer
Único elepé de los Yardbirds compuesto por temas originales en su totalidad, Roger The Engineer —reformulación posterior de un título que en su portada lleva el escueto nombre de Yardbirds bajo la caricatura del mencionado Roger de Chris Dreja— documenta en formato grande el paso de Jeff Beck por el mítico grupo inglés, banda que, como todo el mundo sabe, contará en sucesivas formaciones —clave de su poder eléctrico— con tres de los más grandes y famosos maestros de las seis cuerdas que el rock and roll haya conocido: Eric Clapton, el autor de Truth y Jimmy Page.
Publicado en 1966, Roger The Engineer es quizá la obra maestra del aquí todavía quinteto, pues en él se despliegan todas las capacidades y estilos que los Yardbirds han ido ampliando, tratando e investigando desde que Beck se sube a la nave un año antes. Lost Women (o Woman) abre majestuosa el álbum, haciendo el plato charles de Jim McCarty las veces de la caja de Bobby Gregg —salvando las distancias que haya que salvar (y si es que hay que salvarlas)— en Like A Rolling Stone y Highway 61 Revisited. Rock and roll, blues y psicodelia se alinean en esta magnífica canción que conjura a Bo Diddley en clave británica y sixties. Over Under Sideways Down aúna pop, rhythm and blues y más psicodelia, mientras que The Nazz Are Blue endurece el blues valiéndose de la herencia de Robert Johnson y Elmore James y da con Jeff Beck ocupándose de la voz principal en lugar de Keith Relf. De merseybeat progresivo podríamos catalogar a I Can't Make Your Way, cuyo motivo cambia y se ralentiza durante veinte segundos a mitad del tema para darle unos aires grandilocuentes liderados por un punteo de Beck. Rack My Mind encierra alguno de los solos más salvajes de éste en un tema que contrapone la agresividad del guitarrista con momentos sosegadamente atmosféricos. Miniatura pop que emparenta a los Yardbirds con los Beatles o los Kinks, y en la que Chris Dreja cambia la guitarra eléctrica por el piano, Farewell es el último corte de la primera cara.
Hot House Of Omagarashid es ácido puro para comenzar la segunda, un viaje dadaísta en forma de rock al que se yuxtapone un instrumental tan tópico como Jeff's Boogie, aunque no deje de ser contagioso. En He's Always There garage y beat se dan la mano antes de que Turn Into Earth ensaye una suerte de libérrimo pop gregoriano de manchas psicodélicas. La pegadiza What Do You Want y su primigenio power pop son los encargados de dar paso a Ever Since The World Began, punto y final divido en dos partes absolutamente dispares, pues lo que comienza siendo un adagio pasa a ser rhythm and beat sin solución de continuidad.
El viaje y la experimentación son las características más importantes de Roger The Engineer, gracias a un grupo preocupado aquí, al igual que los músicos de bebop en su momento y con el jazz, de superar las barrreras del primer rock and roll conservando sus virtudes de inmediatez, sudor y ritmo. Que después vinieran Jimmy Page, el Jeff Beck Group y Led Zeppelin ayudan a comprender el valor e influencia de los Yardbirds, pero la calidad de las canciones contenidas en el disco y la libertad que atesoran hablan por sí solas a la hora de ensalzar uno de los elepés más peculiares de una década que hizo de la búsqueda y la originalidad bandera.
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El mejor discod del grupo y el mejor Beck, blues y lisergia en un momento cumbre en el rock, pleno de creatividad y ganas de profundizar por parte de los artistas, un gran recuerdo que despierta ganas de pincharlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un disco gigante, Addi, de ahí el paralelismo que he hecho con Dylan. ¡A recuperarlo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buen disco, recuerdo que lo descubrí gracias a escuchar en un pub el impecable instrumental Jeff's Boogie. Aquí habían cimientos. Abrazos.
ResponderEliminarLos Yardbirds con Clapton estuvieron al nivel de los más grandes "Five Live" es una disco seminal, impecable y salvaje. Se resienten con Jeff Beck porque siempre le ha podido su ego, este disco no es de mis favoritos pero sí es un disco de momentos, de matices estratosférico a cargo de la guitarra marciana de Beck y donde la voz de Relf se reivindica como uno de los mejores vocalista ingleses de los sesentas. Saludos
ResponderEliminarPara mí un discazo, Johhny.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo, Antonio, "Roger" es para mí el "Pet Sounds" de los Yardbirds, Beck hizo crecer al grupo. Todo ello sin negar la importancia de su siempre gozoso debut en vivo.
Abrazos.
Discazo como la copa de un pinus pinaster, pero claro es que en esa banda había mucha canela en rama.
ResponderEliminarAbrazos.
Los Yardbirds. Magníficos músicos pero como decía Jeff Beck les faltaban compositores de canciones. Consiguieron revolucionar el sonido pero no me convencen sus discos a excepción del primero. Tienen su leyenda por los guitarristas que pasaron por la banda y sus respectivas carreras pero no terminaron de romper por falta de composiciones de pegada.
ResponderEliminarTotalmente, querido Savoy.
ResponderEliminarNo estamos de acuerdo, Trónak. En este disco hay canciones extraordinarias, y los Yardbirds son esenciales por toda su carrera e influencia.
Un abrazo.
Lo bueno de leer entradas como esta es que si se da el caso, como lo es ahora, de haber pasado demasiados años sin pinchar el disco de nuevo, te vuelve a poner en la pista de despegue. Ocurre entonces que las referencias de la obra en cuestión se habían anquilosado en una suerte de olvidados lugares comunes que, por no revisitarlas con la debida frecuencia, tienden a permanecer en un cierto cuarto oscuro. Tus comentarios sirven pues para revitalizar mi memoria, además de vindicar el gran valor de un grupo fundamental en la historia del rock. Mi próxima escucha del disco seguro que será más valiosa a partir de ahora.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Eso pasa con muchos discos, Javier, es normal. Para mí también fue una sorpresa escuchar "Roger" de nuevo para dar mi visión sobre él, una auténtica joya.
ResponderEliminarAbrazos.