miércoles, 20 de marzo de 2019

Green River


Más breve que sus antecesores por carecer de uno de esos temas que muestran a la banda improvisando y expandiéndose, el tercer elepé de la Creedence Clearwater Revival —segundo de un año, 1969, que verá tres a su nombre— continúa trazando la línea de excelencia que se extenderá hasta finales de 1970 y Pendulum. Green River es un espléndido álbum de rock and roll que sustenta el personal y sobrio sonido del cuarteto en las magníficas composiciones de un John Fogerty en un estado de forma divino.


El tema homónimo Green River y Conmotion inician la función con dos cortes potentes y concisos. El rock da paso al rhythm and blues en esa joya titulada Tombstone Shadow, medio tiempo comandado por la guitarra solista del menor de los hermanos Fogerty. Punzantes, incisivas, las cuerdas no dejan de ser punteadas a lo largo de la canción, manteniendo una tensión constante que altera y sobrepasa su esqueleto compositivo y motivo melódico para convertirse en santo y seña de la misma. Wrote A Song For Everyone lleva hasta los cinco minutos su cadencia de balada, fantástica y emotivamente cantada por John Fogerty. Country y rock and roll se alían en uno de los temas clásicos de la Creedence, Bad Moon Rising. No menos clásico es el que le sigue, Lodi, folk rock en la línea del que daba forma magistral a Proud Mary meses atrás. Cross-Tie Walker se viste de country rock y folk vía Johnny Cash antes de que Sinister Purpose nos transmita su clima amenazante y eléctrico en el que vuelve a brillar la guitarra solista de Fogerty y destaca la batería más inquieta de lo habitual de Doug Clifford. La versión del The Night Time Is The Right Time que cierra el trabajo e hiciera famosa Ray Charles respeta el espíritu del original de Nappy Brown y la lectura de Charles, aunque añade distorsión y brío rockers que despiden con mucho ánimo Green River. No ha llegado a la media hora su duración, pero sus proteínas y vitaminas nos han dejado más colmados que otros discos con el doble de duración. Calidad, no cantidad (¿recuerdan?) en el tercer eslabón de una cadena perfecta hecha de seis piezas.

5 comentarios:

  1. CCR es mi grupo favorito de todos los tiempos, su "Bayou Country" fue el primer Lp que compré, allá por la época de la guerra de las Termópilas. Sus discos fueron los primeros biberones pagados con mi paga de fin de semana, mi devoción hacia ellos, por tanto, sigue incólume como el calor de una madre. Hace poco hice una revisión completa de su discografía y revigorizé aquellos sentimientos de entonces. Es mi opinión pero es curioso como ningún otro grupo se ha acercado ni de lejos a su sonido tan característico. Los únicos que lo lograron fueron Southern Culture On The Skids casi treinta años después, y con cuentagotas. Merecidísimo homenaje a una banda irrepetible.
    Abrazos,
    JdG

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  2. Sus proteínas y vitaminas nos han dejado más colmados, jajaja. Ya te digo.

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  3. Excelente tu gusto, Javier, es un grupo extraordinario, siempre en la cúspide de la historia del rock. Su sonido es inimitable, pero pienso ahora en dos bandas nacidas en los ochenta que, además de versionar a la Creedence, captaron buena parte de su espíritu: los Beasts Of Bourbon y Gun Club.

    Un disco que aparece en un libro muy necesario que yo me sé, señor Mestre.

    Abrazos.

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  4. Este fue mi primer disco de la Creedence, y como dices hasta Pendulum no hay un segundo de tregua en su discografía.
    Abrazos.

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  5. Seis discos soberanos, Addi. Es curioso que a la Creedence se hayan acercado gentes tan dispares como Circle Jerks, Tesla, Los Lobos o Nirvana, el radio de su influencia es gigantesco.

    Abrazos.

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