lunes, 29 de abril de 2019
Tormento, Our Reward y El circo de tu amor, Segunda piel
A principios de siglo el vinilo parecía tocado de muerte como formato físico para escuchar música. Vendiendo su tamaño, comodidad e hipotética indestructibilidad —beneficios innegables que no ocultaban su calidad de eufemismos del término tabú: negocio—, la industria había impuesto el CD, aunque las descargas ilegales en internet y los archivos digitales comprimidos (o mp3) también parecían anunciar el próximo fin del disco compacto. Es éste el entorno que explica los dos CD singles, rareza entre rarezas, que hoy me dispongo a comentar.
Grabado uno en 2006 y el otro en 2007, con portada que es mera fotocopia en blanco y negro y copia en compacto TDK hecha en algún ordenador casero, tienen ambos singles el aspecto de fanzine digital publicado por los Zombie Valentines clandestinamente antes de que su primer epé oficial viera la luz en 2010. El primero de ellos contiene los temas Tormento y Our Reward, un instrumental con trompeta incluida que nos hace pensar en Los Coronas y un corte pop resultón. El segundo sencillo me parece superior, compuesto por dos canciones que estarán en el único elepé de la banda madrileña, Mejor ahora. El circo de tu amor apuesta por un garage pop que bascula entre los Brincos y los Cynics y Segunda Piel es beat ligeramente psicodélico en el que brilla la guitarra solista de David Lorenzo.
Los créditos nos dan los móviles de contacto del grupo y nos dirigen a una dirección web que ya no existe, www.myspace.com/thezombievalentines: "Lo sentimos —dice un texto en inglés—, no podemos encontrar la página que estás buscando". Metáfora (ejemplo, en realidad) del coyunturalismo de muchos espacios virtuales mientras los elepés vuelven a dominar la mayoría de las tiendas de discos, opción que empezaba a flamear justo cuando los miembros de Zombie Valentines —autopirateándose— vendían sus dos artefactos en algún mercadillo madrileño hace doce años. ¿El futuro? Yo no me atrevo a pronosticarlo. Eso sí, las cuatro canciones siguen sonando muy bien.
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He sido un obstinado seguidor del vinilo como más fidedigna plataforma del sonido grabado. Lo fui desde un principio, cuando ni siquiera existían los CDs y las cassettes también proliferaban, benditas sean. El valor de esas grabaciones que comentas, incluyendo también la imagen de las fotocopias, debería hacer del propietario de las mismas un celoso guardián de su rareza, de su exclusividad, sabiendo, como parece obvio en tu caso, que no corren ya buenos tiempos para esas orfebrerías. Me recuerda esto un poco a aquellos años de los 90 en que los fanzines musicales proliferaban. Muchas grabaciones de entonces se sirvieron de ese formato casero para darse a conocer. Hay verdaderas maravillas en ese submundo.
ResponderEliminarAbrazos,
A mí me gusta mucho el vinilo (tengo varios cientos), pero el CD es más barato. Lo que sí es cierto es que la industria intentó liquidar los elepés y no pudo, y ahora vuelve a ponerlos a precios astronómicos (por lo general). Sí, en los noventa corría mucho fanzine y proliferaban las grabaciones en CD-ROM.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Yo compagino ambos formatos, aunque los precios de los vinilos me parecen de auténtica vergüenza. En cuanto al material de que nos hablas hoy, no tengo ni idea, habrá que investigar.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo también, Addi, pero es como dices, una vergüenza. Es un grupo que ya se disolvió con un solo disco.
ResponderEliminarAbrazos.