Escribiste Alfanhuí y El Jarama
para luego abjurar como novelista,
negándote a ejercer —dijiste—
"el grotesco papelón de literato".
Cultivaste la gramática durante
Las semanas del jardín.
Nos enseñaste sin quererlo que
Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado
y volviste a la narración con la extraordinaria
El testimonio de Yarfoz.
Escenificaste tu pesimismo en
Vendrán más años malos y nos harán más ciegos.
Sacaste los colores a aquéllos que todavía defienden
Esas Yndias equivocadas y malditas.
Aprendimos sin lugar a duda quiénes son
La hija de la guerra y la madre de la patria.
Y, por supuesto, te dio tiempo a mucho más
que aquí ya no cito.
No es necesario para dejar constancia
de la complejidad de tu pensamiento,
porque, en última instancia
—humor y radical independencia mediante—,
fuiste un misterio, Rafael.
El del azar, el capricho y la inteligencia.
NOTA: Este poema está dedicado a mi querido amigo Jorge Urdánoz Ganuza, filósofo de primera categoría que, como yo, se ha criado intelectualmente a la sombra de Ferlosio.
Qué grande Gonzalo!!! Cómo hemos disfrutando leyendo al maestro, y lo que nos ha hecho pensar... ¡y reír!... genial homenaje, un abrazo enorme!!!
ResponderEliminarMe encanta que resaltes lo de reír, Jorge, qué humor tan suyo tenía Ferlosio, ja ja ja. Aunque sea un tópico, nos quedan sus miles de páginas escritas y, sobre todo, a los lectores del futuro.
ResponderEliminarAbrazos.
He sido más lector del Ferlosio ensayista, por cosas de encontrarme primeros con esos libros, antes que con sus novelas. Es difícil decir algo que raye medianamente a la altura del personaje, quizás mejor hacerlo con una poesía, como has hecho. Un escritor prodigioso, difícil a veces de seguir, tanto es el caudal de su narrativa que te sobrepasa, te deja en una situación de molusco, de liquen, de hojarasca arrastrada por la tormenta de su sabiduría. Un escritor imprescindible, único. Debe haber dos tipos de seres humanos, los que lo han leído, y los demás.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Siempre que pienso en Ferlosio pienso en un pensador único con una prosa deslumbrante. Igual de buena es la de "Non olet" que la de "El testimonio de Yarfoz" o "El Jarama" (una novela magistral, aunque su autor la haya condenado tantas veces). Su estilo hipotáctico, como el de Juan Benet, es complejo, sí, pero de una plenitud estética sin igual. Lo que es penoso que todavía se siga hablando de Ferlosio como el autor de "El Jarama", cuando su obra fundamental es ensayística y va mucho más allá.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Joer, cuánta grandeza. Qué gran homenaje. Abrazos grandmaster.
ResponderEliminarMuchas gracias, Juanjo. Digamos que se lo debía a Ferlosio por todo lo que me ha a dado.
ResponderEliminarUn abrazo.