Cuarto y último disco de su autor para Harvest (sello al que volverá tras su paso por Island), Bananamour (1973) es un trabajo colosal de Kevin Ayers que se une a las tres obras maestras que le han precedido. Como sucede en ellas hay en el elepé que vamos a desbrozar una fascinante variedad de registros abordada desde la autoridad artística y cohesionada por una suerte de calidez irónica, elegante y distendida.
Don't Let It Get You Down fusiona pop, soul y góspel en la primera de las nueve piezas. Shouting In A Bucket Blues es una deliciosa canción que podemos catalogar como folk rock y en la que brilla sobremanera la guitarra solista e invitada de Steve Hillage. Sencillamente impresionantes son lo casi seis minutos de soul de raigambre Stax que —a fuego lento, bajo el título de When Your Parents Go To Sleep y regados por unos vientos enardecedores— conducen al álbum a una de sus cumbres. El blues adornado por el órgano espacial de Mike Ratledge en su segunda mitad o Interview, ahí donde se infiltran los placeres vanguardistas de Ayers, se funde con la miniatura International Anthem para completar la primera mitad del plástico.
Placeres vanguardistas que se instalan sin remilgos en Decadence, extenso, mordaz y expansivo (más cerca del krautrock que del progresivo) retrato de Nico que supone, en mi opinión, el momento privilegiado de la función junto con la mencionada Your Parents Go To Sleep, tan diferentes pero tan intensas ambas. De Nico a otra luminaria de los años sesenta, Syd Barrett, amigo de Ayers que en Oh! What A Dream es adulado con simpatía sobre una base de folk naíf. Los coros de Robert Wyatt y el piano de Ronnie Price embellecen el precioso, aunque pesimista, Hymn que nos acerca al final de Bananamour, ése que llega con la breve y orquestal Beware Of The Dog. A pesar de su horrible portada, uno de los grandes elepés salidos de Gran Bretaña aquel año. Sumado a los de Elton John, David Bowie, Roxy Music, Led Zeppelin, Mott The Hoople, King Crimson, Black Sabbath o Pink Fairies, el nombre de Kevin Ayers confirma la excelencia de lo que todavía en 1973 se cocía por dichas tierras.
Hay un buen cover de: Blues chillando en un cubo - Grupo de Expertos Sol y Nieve.
ResponderEliminarHola, desconocía lo de la versión del grupo granadino, la escucho.
ResponderEliminarSaludos y gracias.
Un íntimo amigo mío es fan de Mike Oldfield desde adolescente (desde "Crises") y compró en El Corte Inglés un pack de cintas con los cuatro discos de KA con Harvest (él ignoraba todo esto claro) solo porque había leído que Kevin Ayers y Mike Oldfield eran amigos y colaboraban de vez en cuando.
ResponderEliminarEl caso es que aquellas cintas fueron la entrada para nosotros a la música de este artista genial e incomprendido, corría 1985 o 1986 y allí estaba yo, flipando con este tío. De todas maneras este "Bananamour" es el que más me costó en su día.
Siempre es bueno reivindicar la obra de este gran músico.
Abrazos.
Esas cosas pasan mucho, Jorge, sobre todo cuando empezamos a aprender en la adolescencia y la juventud. Kevin Ayers me parece muy superior a Mike Oldfield, pero cualquier camino es bueno para llegar a los cuatro primeros discos de Ayers (y más allá).
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy escuchando ahora el "Pacific Ocean Blue" de Dennis Wilson y salto como una pelota en la playa, de un lado a otro, más pendiente del rebote contra la pala que del resultado del partido. Kevin siempre ha sido uno de mis contrincantes favoritos (a pesar de faltarme una buena parte de su obra). Como buen inglés, portador de esa mezcla pre-hippie del romanticismo de Shelley y del aura del contador de cuentos de Canterbury. No queda gente como él.
ResponderEliminarAbrazos.
Te diré, Javier, que:
ResponderEliminar1. El disco de Dennis Wilson es un manjar.
2. Siempre es más importante el rebote contra la pala que el resultado del partido, siempre.
3. Tu admiración por Ayers es la mía, un artista genial y único.
Abrazos, maestro.