jueves, 13 de junio de 2024

Rough And Rowdy Ways

 

El hombre contradictorio, el de diferentes estados de ánimo, el que contiene multitudes… Ese hombre que se describe en I Countain Multitudes es el Bob Dylan poliédrico e insondable de toda la vida. La emocionante y relajada austeridad folk con la que el autor de Desire ha abierto Rough And Rowdy Ways (2020) —austeridad por la que se pasean Edgar Allan Poe, Ana Frank, Indiana Jones, los Stones, William Blake, Beethoven y Chopin— es contradicha por los seis minutos de aplastante blues eléctrico que responden al nombre de False Prophet. La calma y el folk vuelven en My Own Version Of You y I've Made Up My Mind To Give Myself To You, extensas y exquisitas piezas de música pop de cámara, la sencillez y el recogimiento de un maestro en su vejez que absorbe de todos los lados para ofrecer algo único y radicalmente personal. Black Rider no se sale de dicha tónica, pero sí que se escora hacia la balada en su bellísimo discurrir. Goodbye Jimmy Reed y Crossing The Rubicon traen el blues a escena por segunda y tercera ocasión, aunque entre ambas se haya colado otra pieza de delicada factura como Mother Of Muses. Los cerca de diez minutos de Key West (Philosopher Pirate), en cuyo sonido es clave el acordeón de Donnie Herron, proponen un folk progresivo y crepuscular que nos prepara para el apabullante cierre del álbum. Así es. Murder Most Foul edifica sus extraordinarios diecisiete minutos —la canción más larga registrada por Dylan— sobre el asesinato de Kennedy, pero va mucho más allá. Sus múltiples referencias e infinitas alusiones políticas, sociales, artísticas y culturales son expuestas sobre un colchón sonoro hecho de violín, piano y batería, y la suma de todo ello da con una obra maestra difícil de abarcar cuya sensibilidad derriba al oyente y vuelve a situar a su creador en el puesto más alto de la música rock. O lo que sea que dejaran grabado —las etiquetas aquí son casi lacónicas sustituciones de lo inefable— Bob Dylan y sus acompañantes para la eternidad en Rough And Rowdy Ways.

 

 

 

3 comentarios:

  1. Creo que este último trabajo de Dylan es un claro ejemplo del buen hacer de un hombre dedicado en cuerpo y alma a la música. Su visión mantiene una línea constante de superación que enriquece tanto a su obra como a la experiencia propia del oyente. Puede que en alguna de sus obras desfallezca su ánimo compositivo pero, aun así, nunca decepciona, nunca defrauda. Desde "Modern Times" hasta este su último trabajo, el viejo bardo de Duluth parece revivir en un estado de bella y perenne creación artística.
    Me falta asistir a alguno de sus últimos conciertos para escucharle con todo el respeto que se merece.
    Abrazo,

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  2. Habría que remontarse unos años más atrás, Javier, y añadir los dos discos anteriores a "Modern Times", "Time Out Of Mind" y "Love And Theft". No, nunca defrauda Dylan.

    Un abrazo.

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    1. Pues si, un lapsus, me olvidé del "Time Out Of Mind" y del "Love And Theft", dos magníficos discos.
      Abrazo,

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