A la espera del anunciado Endless Arcade para octubre de este año, Here (2016) sigue siendo el último elepé publicado por Teenage Fanclub, y sitúa al quinteto escocés al (muy buen) nivel de una banda clásica que dio lo mejor de sí en el pasado —Grand Prix y Songs From Northern Britain son dos de las grandes obras maestras de los noventa— pero que no ha perdido la calidad ni, por supuesto, entrega nuevo material por obligación.
Que se lo digan, si no, a esa soberbia y concisa proclama sobre el amor que abre el disco. Canción de construcción perfecta, I'm In Love fue el single de adelanto y una de las cuatro compuestas por Norman Blake. Como es habitual, Gerard Love (que dejará el grupo en 2018) y Raymond McGinley se encargaban respectivamente de la escritura de las otras dos partes alícuotas del álbum, si bien el sello Fanclub no se pierde sea cualquiera de los tres el autor. El pop impecable y saturado de fondo protagoniza igualmente Thin Air y Hold On, pero en esta última se anuncia ya el sosiego que se va a apoderar del plástico. Las cuerdas que adornan The Darkest Part Of The Night interpretan arreglos habituales en la obra de los creadores de Thirteen. I Have Nothing More To Say y I Was Beautiful When I Was Alive son vaporosas y ligeramente psicodélicas, la primera con un solo espléndido de McGinley.
La segunda cara empieza con un The First Sight que parece va a ir en la línea del final de la primera, aunque su estribillo luminoso y la trompeta de Robert Henderson lo niegan. Power pop no muy diferente al de I'm In Love, el de Live In The Moment no llega tan alto aun siendo notable. Vuelve la calma vagamente ácida en Steady State, que recuerda mucho al lado más sereno de Yo La Tengo, el que el trío cultiva —verbigracia— en Summer Sun. Pizpireta, feliz, It's A Sign parece haber sido concebida para hacernos sonreír sin llegar a la carcajada, mas tampoco negando afinidad entre la risotada y la alegría. With You y Connected To Life completan Here llamando a la misma paz que Steady State, lo que no es óbice para reconocer la tensión eléctrica matizada, o amenaza no resuelta, de la última de las canciones. Resumiendo y sin perífrasis: un elepé totalmente recomendable, aun alejado de la perfección pretérita, de un quinteto poco menos que sagrado.
No sabía que los Fannies sacaban próximo disco, ya estaré al tanto. No tienen disco malo, considerando que los primeros que has mencionado ("Grand Prix" y "Songs From Nothern Britain") son, como has comentado, dos obras maestras de la década de los 90, y este "Here" mantiene en todo momento su impronta de pop melodioso y soft-rock de muy agradable escucha. La única pega de la banda escocesa, creo que lo hemos comentado alguna vez, es que sus directos son fríos y faltos del ángel que la comunicación con el público debe tener. Recuerdo en uno de los conciertos en que les vi cómo The Posies se los comían crudos.
ResponderEliminarAbrazos,
Es que esos dos discos son gloriosos, Javier, pero "Here" está muy bien. Sí, lo del directo de los escoceses no acaba de funcionar; como los Beatles o los Beach Boys son principalmente una banda de estudio.
ResponderEliminarAbrazos.
Por el motivo que sea este disco me costó más que otros de la banda, no obstante lo recuperé en 2018 y todo se puso en su sitio, como dices no pierde calidad el grupo con la consecución de discos.
ResponderEliminarA ver qué tal el nuevo sin Love.
Abrazos.
A ver qué tal sin Love, sí. "Here" está muy bien, lo mejor que se puede decir de un grupo que lleva tres décadas funcionando.
ResponderEliminarUn abrazo, Jorge.
Habrá que ver el próximo, sin Gerard Love, no me fío. Un gran disco este Here que será mejor reconocido con el tiempo.
ResponderEliminarTambién creo yo que el tiempo le hará bien a "Here", Juanjo. Veremos el próximo…
ResponderEliminarUn abrazo.