lunes, 26 de junio de 2023

Miles Smiles

Entre el jazz modal de finales de los años cincuenta que se materializa absoluto en Kind Of Blue y el inicio del periodo de vanguardia eléctrica a finales de los sesenta con In A Silent Way, que a su modo no deja de ser también modal, la música de Miles Davis tiene un periodo dubitativo que su famoso segundo quinteto hace añicos a partir de 1965. Es enero de dicho año Davis, Herbie Hancock, Wayne Shorter, Ron Carter y Tony Williams graban el magnífico E.S.P., aplicados a una suerte de abstracción sonora que, sin asumir rasgos atonales o disonantes del free jazz, transita caminos de similar libertad disruptiva. Tal abstracción me parece incluso mayor en su siguiente trabajo, un Miles Smiles que se debe a dos sesiones de octubre de 1966.

El primero de los temas (Orbits, uno de los tres compuestos por Shorter) nos sitúa palmariamente ante un grupo que ocupa un espacio propio y en el que hay que destacar la sobresaliente improvisación de Hancock escoltado por la soberbia base rítmica de Carter y Williams. Circle está escrita por Miles Davis, bellísima balada en la que se suceden los solos de Davis, Shorter y Hancock, quienes favorecen y participan de la misma atmósfera integrando sus instrumentos en un tono común. Footprints ya la había grabado en febrero Wayne Shorter para su Addam's Apple, si bien aquí se alarga dos minutos. Ambas versiones son admirables, teniendo en la que nos concierne un protagonismo constante la batería y el contrabajo, que se acercan a los ritmos cubanos mientras que Davis, Shorter y Hancock efectúan improvisaciones espléndidas que remiten al jazz modal, al hard bop y al Caribe sin casarse con nadie exactamente. También de Shorter, Dolores es parecida a Orbits, aunque el solo de Herbie Hancok no sea superior aquí a los de Davis y Shorter y Carter insinúe unas notas improvisadas. 

El Freedom Jazz Dance de Eddie Harris y el Ginger Bread Boy de Jimmy Heath son los dos cortes que completan el elepé, el primero adoptando una cadencia funk en la que las baquetas de Tony Williams no paran, y el segundo transformando el bebop y el swing en lo que solo podemos llamar música del segundo quinteto de Miles Davis, tan audaz como la que corre en paralelo del último Coltrane desechando su agresividad. Miles Smiles: seis temas y otra obra maestra del autor de Bitches Brew.


 

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