jueves, 8 de enero de 2015

Pacific Ocean Blue


A nadie que conozca bien la obra de los Beach Boys puede extrañar que el primer y único álbum en solitario publicado en vida por Dennis Wilson fuera tan extraordinario como Pacific Ocean Blue (1977). Sus aportaciones a trabajos como Friends, 20/20, Sunflower, Carl And The Passions "So Tough" o Holland a finales de los sesenta y principios de los setenta van dibujando a un compositor realmente especial (no hay más que escuchar Slip On Through, Make It Good, Caddle Up o Steamboat) que se explaya en su debut con una personalidad que en nada desmerece a la de su hermano mayor Brian.


Suerte de gospel progresivo y arrebatador, River Song (escrita junto con su otro hermano, Carl) abre el elepé a base de impresionantes armonías vocales que son como toneladas de agua ("Agua corriendo por mis rodillas") en busca de ese idílico campo que haga olvidar la ciudad, Los Ángeles en este caso, "Tan llena de gente que apenas puedo respirar". Sabroso y breve, What's Wrong, es un rock and roll que se rinde (merecido) tributo a sí mismo. Moonshine es una soberbia balada que busca la belleza huyendo tajantemente de la sensiblería, en un terreno que bien podría compartir con Randy Newman. Friday Night comienza sonando a Pink Floyd para acabar haciéndolo a The Band y a los Eagles y convertirse en una de esas piezas extrañas que solo Dennis Wilson sabía fabricar. Dreamer es funk rock bañado en vientos y partido por un interludio protagonizado por voces y teclados que es algo así como la exaltación del sueño. Tan vanguardista como Robert Wyatt, pero más dramático, Wilson introduce en medio de esa nana de amor recordado que es Thougts Of You un garabato atronador en el que grita asustado "Todas las cosas vivas tienen que morir algún día, ya lo sabes / Incluso el amor y las cosas que tenemos cerca ". Tan obvio como desolador, el baterista de los Beach Boys escupe sangre existencial para arrugar y distorsionar —para crear— la canción tradicional.


La segunda cara empieza con Time, otro tema sentimental que a mitad de camino es tomado por los vientos y la guitarra eléctrica dando un sentido nuevo a la composición. No cambia de asunto You And I, si bien su desarrollo menos subversivo lo convierte en un corte perfecto para ser single del plástico, como lo fue en Estados Unidos. Pacific Ocean Blues, una de las canciones más marchosas del trabajo, aúna funk y soul con la ayuda de Mike Love. Despedida en positivo del amigo muerto, Farewell My Friend está construida mediante teclados, sintetizadores y una mínima percusión sobre los que Dennis canta un imposible: "Adiós amigo mío / Quiero verte de  nuevo". Rainbows encuentra su idiosincrasia en el banjo y la mandolina de Ed Tuleja antes de que End Of The Show cumpla con su cometido de bajar el telón manteniendo el espíritu y la calidad del resto de la grabación.


Muerto antes de cumplir los cuarenta años a finales de 1983, Dennis Wilson no tendrá tiempo para publicar nuevos discos, pero dejará material suficiente para que la lujosa reedición de Pacific Ocean Blue en su trigésimo aniversario —portada desplegable, fotografías espectaculares, notas ad hoc, triple vinilo azul— añada a tan emocionante elepé descartes de las sesiones en las que fue parido y hasta quince temas más de lo que hubiera sido su segundo álbum: Bambu. Cantidad suficiente para merecer ese análisis independiente que quizá algún día llevemos a cabo, hoy nos quedamos con las doce piezas descritas; las que conforman uno de los trabajos más espléndidos y personales de toda la historia. Así de rotundo.

10 comentarios:

  1. Fantastico disco, Gonzalo. Fascinante la figura de Denis Wilson, tipo autodestructivo pero honesto y real como la vida misma.

    Este verano he retomado este album con mucha insistencia, a la par que leía el libro Bendita Locura.

    Imprescindible.

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  2. Un disco sorprendente no solo en la primera escucha sino que en cada nueva audición va calando en el oyente, desplegando todo su misterio y su enorme belleza.
    Disco, además, que no hay que dejar de reivindicar. Abrazos.

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  3. Solo tiene un apega que el single previo con sound of free/lady no se hubiera incluido. ambos temas tiene un cierto gancho comercial que hubiera quedado de fabula para romper la cierta uniformidad del lp. Una maravilla de disco que en edición deluxe se convierte en irresistible. Ahora los fans de los BB esperamos una reedición en condiciones de Spring y The honeys

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  4. Yo dispongo de la edición doble, donde viene este disco con el otro que no salió en vida "Bambu" y la verdad es que ambos son fantásticos. Pero claro, la sombra de sus hermanos Brian (sobre todo) y Carl, era muy alargada, pero en el batería también había madera y componía muy bien. Grande estilos en el disco y muy buenos temas.

    Abrazos.

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  5. Su forma de ser se traducía en su música, Mansion. Un disco soberbio.

    Es un disco lleno de matices, Agente. De lo mejor que se grabó en los setenta.

    Yo no veo uniformidad alguna en el elepé, Bernardo. El álbum podría haber sido más comercial, pero no más variado. La edición deluxe es irresistible, tienes toda la razón.

    Igual que mi edición, aunque en compacto, Savoy. Un gran compositor Dennis, y muy personal.

    Abrazos para todos.

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  6. Soy un ignorante en lo que a los Beach Boys se refiere. ¿Cuál es el mejor disco para meterse en su música?

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  7. Fantástico análisis, como siempre, amigo Gonzalo. Es subyugante dejarse envolver por los sentimientos que afloran de tan sublime música. Una colección acongojante.

    Por aquí os dejo un dossier (con magníficas ilustraciones) de mi hermano en el que recorre su trayectoria compositiva creciente en paralelo a la carrera de los BB.

    http://www.mastruenos.com/dennis-wilson-canciones-desde-el-oceano/

    Saludos.

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  8. A ver, Alex, yo te recomendaría todo lo que grabó el grupo entre 1965 y 1973, pero si quieres títulos, "Pet Sounds", "Smiley Smile", "Sunflower", "Surf's Up" y "Carl And The Passions So Tough". ¡A por ellos!

    Muchas gracias, Marce. Me ha encantado el trabajo de tu hermano, menudo conocimiento del tema demuestra. La verdad es que sí, que se trata de un álbum sublime y radicalmente personal.

    Abrazos.

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  9. ¡Que maravilla de disco!. Lo suelo pinchar antes o después del "If I could only remember my name" de Crosby y me quedo anestesiado con ambas escuchas, como si una leve niebla narcótica entrara por todos mis poros. Este doble que comentas del trigésimo aniversario, con el "Bambu" incorporado, nos reconforta con la industria discográfica, a veces tan avariciosa (...acabo de comprar el "Storytone" de Neil por 74 EUROS DEL COPÓN!!, para pensárselo de verdad)
    Abrazos,
    JdG

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  10. Fue una edición espléndida, Javier, pero también cara, a mí me costó cerca de los cuarenta euros en su momento. ¿Qué edición has comprado del disco de Young para que te cueste tantísimo?

    Un abrazo.

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