jueves, 19 de noviembre de 2020

Reese And The Smooth Ones



En la misma línea que People In Sorrrow, registrado el mes anterior y publicado por Pathé, Reese And The Smooth Ones recoge una suite de cuarenta minutos cuyas dos partes responden a las limitaciones del formato físico (elepé) y no a otras consideraciones. Bajo la marca BYG en este caso, el disco será grabado el 12 de agosto de 1969 en París, fecha de la que también saldrá Message To Our Folks, pues no conocía límites la fecundidad, cual parturienta del Opus Dei o similar secta católica, del Art Ensemble Of Chicago mientras residía en París. Aunque no me emociona tanto como el citado People In Sorrow, Reese… convoca a las mismas fuerzas esotéricas adictas al free jazz para entregar una obra extrema en la que Malachi Favors, Lester Bowie, Joseph Jarman y Roscoe Mitchell juegan con múltiples instrumentos que van de los normales (los saxofones altos, soprano y bajo de Mitchell y la trompeta de Bowie, verbigracia) hasta los no tan habituales (percusiones varias, sirena o silbato, por ejemplo). Entre la fanfarria estridente y los arranques rítmicos endemoniados y la calma tensa de las disonancias quedas y los pequeños silencios, AEOC huye de cualquier gancho melódico y se lanza a la pura improvisación, dejando que la imaginación, la sensibilidad y la valentía del oyente jueguen un papel igual de importante que el de los intérpretes. Me atrevería a decir —quizá— que este elepé es más tribal, más africano, aun siendo difícil acercarlo menos a las vanguardias atonales que influyeron (en especial del bebop en adelante) a los grandes del jazz que a la música popular traída por los esclavos negros a Estados Unidos. Arte denso, retorcido e intenso, nada sabe (ni sabrá) de concesiones y todo de creatividad el de la mítica institución de Chicago.

2 comentarios:

  1. Tengo esa cuenta pendiente con los AEOC, iniciarme con ellos de una vez por todas y dejar de lado la escasez de alguna recopilación que otra en las que aparecen. Lo de la parturiente del Opus Dei te ha quedado como el mejor cocktail de Manhattan.
    Abrazos,

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  2. Yo ésta es la cuarta referencia que comento de su etapa francesa, que es la que más controlo, ahí tienes para empezar y saldar dicha cuenta. Lo de la parturienta del Opus reconozco que tiene su gracia, ja ja ja.

    Un abrazo, Javier.

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