No es fácil ser el disco que sigue a Ziggy Stardust, descomunal muestra de talento y obra maestra de David Bowie, pero ni siquiera las comparaciones más puntillosas, duras o estrictas anulan la calidad de Aladdin Sane (o "a lad insane", un chico loco), magnífico álbum de 1973 de un creador de personalidad arrebatadora. El Bowie que graba su nuevo elepé viene de producir junto con su guitarrista Mick Ronson el Transformer de Lou Reed y se ha convertido en un músico conocido en el mundo entero, icono pop que la magnífica portada de Brian Duffy hará resonar hasta nuestros días —cultura del desecho o mercancía del horror, que diría el maestro Jaime Gonzalo— en cualquier centro comercial del planeta.
Espectacular glam and roll con algo de góspel, el de Watch That Man pone la primera piedra de Aladdin Sane; piedra que contrasta vehementemente con la siguiente y encargada de titular el trabajo, intrigante y bellísima pieza de vanguardia comandada por el magistral piano de Mike Garson y su famoso solo de naturaleza atonal. Drive In Saturday es una suerte de balada que se encarga de conjugar la caligrafía de Bowie y los Spiders From Mars con la del doo-wop. Las historias que le contaba Iggy Pop y la influencia de Bo Diddley son la base sobre la que el autor de Hunky Dory construye Panic In Detroit. Cracked Actor da con el cuarteto base a secas (Bowie, Ronson, Bolder, Woodmansey) en un tema cercano al hard rock. Rock de inspiración cabaretera es el que nos ofrece la hermosa y ciertamente épica Time. Vuelve el doo-wop mezclado con el glam en The Prettiest Star, recuperado y regrabado single de 1970 en el que el saxo y el piano tienen la misma importancia que las guitarras y la base rítmica. Muy sabrosa y adaptada a su lenguaje es la versión del Let's Spend The Night Together, seguida de The Jean Genie, poderoso blues rock que sirvió como sencillo de adelanto. Elegante balada en la que el pop lleva aromas de música clásica e incluso de flamenco, Lady Grinning Soul es la última de las diez canciones de un disco cuya única pega —decíamos al principio— es ser continuación de un clásico inmortal. Reproche que su escucha diluye hasta borrar durante su transcurso.
Desconocía esa interesante referencia "a lad insane" que comentas. ¿Qué decir de esta maravillosa obra publicada después, tal como relatas, de su descomunal "Ziggy Stardust"? Me atrevería a no caer en ese tipo de juegos, por que ya sabríamos de antemano el resultado. Particularmente me identifico más con "Aladdin Sane", no solo por su música, sino por que creo que también refleja mejor el icono, el mito de Bowie.
ResponderEliminar¿Y qué decir de la banda?. Pocas veces hubo una banda de acompañamiento (y no quiero con esta acepción rebajar su intrínseco valor) tan buena como Spiders from Mars.
Abrazos,
Cierra la trilogía marciana un disco que como dices tiene la desgracia de llegar tras dos piezas maestras, pero no es coas de broma lo de este Aladdin Sane. Tal vez la revisión del tema stoniano sea lo que menos me gusta del disco, que es sobresaliente.
ResponderEliminarAbrzos
"Aladdin Sane" ha ido ganando peso con los años en mi ranking, me parece un discazo, pero lo que sentí con "Ziggy Stardust" desde las primera escuchas no lo he sentido con ningún otro elepé de Bowie. Muy de acuerdo con lo de los Spiders, Javier.
ResponderEliminarSí, "Hunky Dory" y "Ziggy Stardust" son mucho antecedente, pero, bueno, hagamos como Javier y no juguemos con fuego. A mí sí me gusta la versión de los Stones, aunque menos que la original. Jorge.
Abrazos.
hola muy buenas , a mi no me entusiasmo tanto aladdin shane como sus dos obras precederas , pero por alguna extraña razon lo volvi a recuperar hace poco y ahora si me parece un extraordinario lp , no es de mis favoritos , los mios son hunky dury y station to station con otro enfoque distinto , pero como lei en el libro bowie , una extraña fascinacion , este disco se compuso durante la gira de ziggy y tiene mas que mucho merito
ResponderEliminarcon el tiempo he perdido interes por bowie , y eso que al menos en los 70s tiene una discografia que tira de espaldas, volviendo a aladdin hay tres temas que me enganchan que son cracked actor , con esa guitarra poderosa de ronno , un genio que no tuvo suerte , tenia un talento portentoso, lady grinning soul una de las mejores canciones que compuso bowie en toda su carrera y time otra maravilla , lo demas me gusta pero no me entusiasma
la version de los stones esta muy bien teniendo en cuenta que la original es perfecta y es muy dificil hacer una version digna y bowie lo logro con creces
bueno del bowie glam me parecen discazos hunky dory , uno de los discos mas hermosos jamas grabados y ziggy, lo demas no esta entre mis preferidos del camaleon, pero aladdin shane reconozco que es un clasico por derecho propio y un excelente discos , hay grupos por ahi que mas quisieran grabar algo asi, el unico pero es que bowie jamas fue un creador , el para mi gusto se limito a copiar aqui y alla , pero hay que reconocer que nos dejo minimo 10 joyas , porque hasta scary monster es un bowie inmenso y lo que hizo despues no importa , me dejo blackstar , no lo escuche asi que no opino
un abrazo
Este disco es elegante y maravilloso como tus escritos y elecciones. Y cierto que lo pincho más que el Ziggy. Será la edad?un abrazo querido Gon.
ResponderEliminarComo le decía a Javier, Santi, el disco ha ido gustándome más con el tiempo. "Hunky Dory" y "Ziggy Stardust" son extremadamente hermosos, sí. Yo creo que Bowie fue un creador con todas las letras; se adaptaba a los tiempos y asimilaba montones de cosas, pero siempre desde su óptica particular. A mí hay discos de los noventa como "Earthling" o "1. Outside" que me parecen muy buenos (incluso "Hours…"), y "Blackstar" lo considero excelente, un testamento fantástico, te recomiendo que lo escuches.
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Joserra. Esa elegancia se va asimilando con los años, será la edad sí.
Abrazos.
Hombre, pues ya que explicas lo de "A lad insane" hay que rematar las alabanzas a la portada de Duffy: "la Monna Lisa del pop" le llamó la prensa a esa foto, y le ha quedado para siempre. Y otra más que define muy bien el carácter de este disco, más de una vez aplastado por la sombra del anterior: "Ziggy goes to America", en palabras del propio Bowie.
ResponderEliminarPorque esa es la desgracia y la grandeza de este disco: cargar con el recuerdo de Ziggy pero estar ya anticipando el nuevo cambio de piel del camaleón, que además se despide del glam con todos los honores. Bowie siempre ha sabido retirarse a tiempo de un estilo, cosa que la mayoría (Bolan, por ejemplo) no saben hacer. Y eso es porque Bowie siempre iba por delante, pero además porque tenía recursos.
Es verdad que a partir de los 80 deja de ser vanguardia (como le pasó a los Beatles con el sobrevalorado "Sargent Pepper's), pero es ahí cuando se convierte en un clásico que ya no necesita inventar nada. Junto a los Beatles, precisamente; o Frank Sinatra, o quien sea.
Esa portada no tiene precio, Rick. No creo que sea obligatorio o necesario retirarse de tal o cual estilo o subgénero; hay artistas que se mantienen siempre en las mismas coordenadas con brillantez aunque no siempre con la misma calidad, claro (Chuck Berry, Ramones, Motörhead o el propio Bolan, verbigracia). Bowie fue un tipo inquieto y mutante, sí, pero los grandes nombres del krautrock fueron más allá que él aunque con menor éxito comercial. No estoy nada de acuerdo con que el "Sgt. Peppers" esté sobrevalorado, su capacidad de ruptura e influencia son incalculables. Gracias por tu aportación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo peor de este disco es ser el posterior al Ziggy Stardust. Un gran disco aunque no lo veo a la altura del susodicho o del Hunky Dory. Abrazos.
ResponderEliminarTampoco yo lo veo a la altura, Juanjo, pero con los años ha ido ganando en mi apreciación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gonzalo coincidimos, y como ha dicho también alguien por ahí a mi este disco me ha ido ganando mucho con los años y las escuchas y tiene mucho valor. Pero claro hablamos de Bowie y en los 70, que todo lo que tocaba lo convertía en oro. Para mi aquí hay temas increíbles que luego El Duque los revisaba mucho en vivo como Panic in Detroit, Cracked actor o The Jean Genie. Y encima tenemos esa joya atemporal que es Drive-In Saturday o la memorable Time, hay mucho donde rascar aquí, pero esa era la grandeza de Bowie, flaco y sin comer seguía dándole al tarro e iba por delante de muchos, porque no tenía un estilo fijo, iba de un enfoque a otro y siempre con clase, y la tendencia emergente la metía en su coctelera y lo hacía maravilloso.
ResponderEliminarUn disco imprescindible, con una portada que es mítica total.
Abrazos.
Creo que nos ha pasado a muchos, Savoy, con los años ha subido en nuestro particular ranking del duque. Como dices, Bowie nunca se encasilló y no dejó de absorber todo lo que se hacía. Disco (y portada) obligatorio, el "Aladdin Sane".
ResponderEliminarAbrazos.