Clasificar a un trío tan peculiar como Primus es muy difícil, y situarlo en algún lugar entre King Crimson y Metallica, por ejemplo, no parece demasiado original. Que en su música hay elementos de rock progresivo, funk, heavy metal y psicodelia es evidente; que sus miembros los baten sin atenerse a normas y en busca de una voz diferente, también. Sí a alguien contemporáneo podemos comparar a los autores de Sailing The Seas Of Cheese (1991) es a Jane's Addiction, por practicar ambas bandas un rock contundente a la vez que sutil y enemigo de lo ajeno. Si buscamos los ecos del pasado, agarrémonos a los de Franz Zappa, The Police y Tom Waits, que, no por casualidad, colabora en el tercer disco (segundo en estudio) de los de California. El camino de ritmo construido por el extraordinario bajo de Les Claypool y la no menos tremenda batería de Tim "Herb" Alexander y adornado por las seis cuerdas de Larry LaLonde no tiene un segundo de desperdicio, pero se hace absolutamente exultante en las dos piezas que, casi al final del trabajo —largas y surrealistas—, exponen a un grupo que va más allá del manido sonido propio. En efecto, Those Damned Blue-Collar Tweekers y Fish On son pequeñas sinfonías que viven en un planeta que resulta inútil adscribir a este o aquel género o subgénero o sancionar como popular o culto. Da igual, es el planeta Primus, que con unos cuantos invitados se despide con nueva versión del Here Comes The Bastards que hemos escuchado al principio de la función. Los Bastardos, así, en castellano, cierra un magistral Sailing The Seas Of Cheese, cumbre de sus creadores y una de las mejores grabaciones en mi opinión de la década en la que vio la luz. Ten, sin ir más lejos, lo hará pocos meses después con un resultado remotamente inferior, si bien Pearl Jam mejorará bastante en siguientes publicaciones. Y con esta digresión provocadora digo adiós chapotendo en los mares de queso.
Recuerdo que mi hijo me los recomendaba con insistencia, cuando dejó de lado por fin aquellos grupos trogloditas en los que estaba inmerso por entonces (Anthrax, Testament, Helloween...) para centrarse en algo más audible y civilizado. No le hice demasiado caso y su propuesta cayó en saco roto.
ResponderEliminar¡A ver si a ti te hago más caso!
Abrazos,
Bueno, no sé si Primus es "algo más audible y civilizado", ja ja ja. Puede que me equivoque, pero me da que estos mares de queso serán de tu gusto.
ResponderEliminarAbrazos.
Bueno si se trata de ser autentico y original .. estos los fueron y los son. Despues de esto Claypool es un dios del bajo ya para los restos que mete su bajo en discos de Tom Waits como bien dices. La variedad de los 90 te permitía mezclar Cheese con Astro Creep 2000, los Kings X o Dirt Track Date que no se parecian en nada, ni eran grunge ni eran alternativos ... pero todos molaban la leche ... :-)
ResponderEliminarCon King's X nunca me he puesto, J, pero White Zombie no me gusta. Sí, Primus es una banda realmente original.
ResponderEliminarAbrazos.
Durante unos años no dejaba de escuchar a Primus. Además de originales y contundentes tenían una cierta libertad creadora muy diferenciadora, son la pera, la verdad.
ResponderEliminarAbrazos.
Feliz coincidencia, Jorge, yo también escuché mucho e Primus en su momento, ahora menos, pero reencontrarme con "Sailing" para escribir sobre él fue estupendo.
ResponderEliminarAbrazos.