lunes, 31 de enero de 2022

Abbey Road

Tratándose de quienes se trata, la despedida tenía que ser por todo lo alto. Abbey Road, último elepé grabado por los Beatles aunque penúltimo en ser publicado, veía la luz en septiembre de 1969 y venía a unirse a Rubber Soul, Revolver, Sgt. Pepper's y White Album en la cumbre de la banda más influyente de todos los tiempos, aquí exhibiendo una musicalidad, una calidez y una cantidad de matices abrumadoras.

Parece imposible iniciar un disco de una manera tan elegante y distinguida como con Come Together. El susurro y las palmas de John Lennon, el bajo y el piano de Paul McCartney y la percusión de Ringo Starr brotan cual pura magia —motivo que se repite a lo largo de la canción— a la que se suman las guitarras de Lennon y George Harrison en una composición del primero que vive entre el rock y el blues. Los punteos finales de Harrison anuncian los que abren Something, pop pluscuamperfecto y orquestado que supone una de las dos inmortales aportaciones del guitarrista al plástico. El McCartney del music hall en When I'm Sixty-Four revive en Maxwell's Silver Hammer, donde la alegría de la melodía y los arreglos (sintetizador de Sir Paul incluido) contrasta con la letra macabra. También canta y compone el autor de Ram Oh Darling, hermoso homenaje al doo-wop que Lennon hubiera deseado cantar en lugar de McCartney. Starr pone voz y notas a ese delicioso jardín que es Octopu's Garden, uno de los dos temas que el baterista trajo al cuarteto de Liverpool. Se encarga Lennon de la espectacular I Want You (She's So Heavy), pieza que roza los ochos minutos entre el blues rock y el progresivo, y cuyo final inopinado y tajante sigue sacudiendo por igual al oyente sin importar las veces que la haya escuchado.

La segunda mitad da comienzo con una de las canciones más conocidas de los Beatles, también la segunda que escribe Harrison. Here Comes The Sun aúna el pop orquestado de Something con el folk en una composición intachable que para mí significa la alegría de la vida. El único miembro que falta en su grabación es el creador de Because, inmaculado pop barroco liderado por Lennon y magníficamente armonizado por éste, Harrison y McCartney en ausencia de Ringo Starr. You Never Give Me Your Money, muestra del talento de Paul McCartney para viajar de la balada pop al rock experimental pasando por el music hall sin perder el oremus, abre ese genial medley que enlaza ocho cortes más o menos acabados (del esbozo o boceto al tema completo). Sun King crece psicodélica a partir del Albatross de Fleetwood Mac, Mean Mr. Mustard flirtea con el music hall y la cachonda Polythene Pam es un rock and roll made in Buddy Holly: las tres, canciones de Lennon. Las cuatro que quedan son de McCartney: folk y rock conviven en She Came In Through The Bathroom Window, Golden Slumbers es el preludio pop de la sinfónica Carry The Weight y The End hace honor a su título roqueando de lo lindo (orquestadas las tres últimas por George Martin, al igual que las orquestaciones previas).

Los veintitrés segundos ocultos de Her Majesty son el conocido accidente que concluye realmente Abbey Road, pues hasta en eso es único el disco. Claro que este párrafo aparte existe para mencionar la portada que ven presidiendo el texto, imagen icónica que acompaña inmejorablemente a un contenido sonoro cum laude. Ese estudio, esa calle, ese paso de cebra, esos cuatro hombres ingleses…

13 comentarios:

  1. Un disco mayúsculo, magníficamente contado, Gonzalo.

    Gracias

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  2. Así es, Alberto, soberbio hasta decir basta. Muchas gracias.

    Un abrazo.

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  3. Termino de cenar y me lo pongo por trigésima millonésima vez, y no me canso...
    El disco de la Isla, sin ninguna duda.
    Abrazos,

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  4. El canto del cisne. Deberían haber inventado esa expresión exclusivamente para este disco ya que ningun otro se adapta tan bien a ella. ¿Es éste mi album preferido de todas las épocas? dificil, pero si los Beatles fueron la mejor banda de la historia, y cuando tengo que nombrar un disco de los Beatles, elijo este, entonces debería serlo.

    Magical Mistery Tour marca un paradigma en el rock británico, siendo superior -sí, es una mutación rara de EP con temas agregados, y?- al excesivamente otoñal Sgt. Pepper. Y Revolver es uno de los discos más geniales, originales y flasheros que escuche, y todas sus canciones son joyas.
    Pero....¿Qué decir del album blanco? ¿acaso un disco en el cual conviven Julia, Happiness Is a Warm Gun y While My Guitar Gently Weeps no merece ese honor? Que dificil....pero no, me apego a mi decisión incial y elijo Abbey Road. ¿Por qué? porque ningun disco me da esa sensacion que me hace sentir el medley final, promediando She Came In Though The Bathroom Window, esa sensación como de que el fin se acerca, de que estoy a punto de presenciar el final de una obra suprema, de una gran película, de un sueño. Y en el final, ya está, The dream is over. No hay mejor frase que esa "And in the end the love you make is equal to the love you make" para terminar. Despues, ¿qué más se puede decir?

    No hay canción de Abbey Road que sea mala. Es un disco perfecto con canciones perfectas. Cuatro tipos que ya no eran para nada los mismos que hacía siete años atras, con todas sus peleas a cuestas, todos sus conflictos personales, se unen y deciden grabar un disco como en las viejas épocas. Por eso Abbey Road es el disco más beatle de los Beatles. Porque la beatlemanía habia muerto -al menos para ellos- hacía rato. Se llevaban para la mierda y entre ellos no se podían ni ver. Pero se reunieron por última vez e hicieron esta joya, para despues separarse para siempre.

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  5. Magnífico texto sobre un disco para la historia. Luz sonora que nace ante nubarrones. Inmortal.

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  6. Los Beatles en todo su esplendor (y agonía al mismo tiempo), simon simon simon.

    Disco eterno y enorme, Javier, ¡Ay, esa isla!

    Yo más que la mejor prefiero la más influyente, pues hay bandas y artistas en solitario (la Velvet, Can, los Stones, los Stooges, los Beach Boys, Bob Dylan, AC/DC, Neil Young o Lou Reed) que me parecen igual de buenos que los Beatles. En mi opinión "Rubber Soul" y "Abbey Road" son los discos más perfectos de los Fab Four: a "Revolver" le quitaría esa canción tan famosa y plomiza que contiene y al doble blanco quizá alguna también muy conocida, aunque esas tres canciones que comentas del disco y otras maravillas lo hacen absolutamente genial en su exceso. Muchas gracias por tu extenso comentario, Jep, has hecho crecer la entrada con él.

    Muchas gracias, Miguel. Un grupo que decía adiós por todo lo alto.

    Abrazos.

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  7. Impecable reseña para un disco fundamental e histórico. Bravísimo!!!
    Abrazos.

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  8. Minuciosa disección de una obra maestra, desde la portada hasta el juguetón jardín del pulpo con Ringo como vocalista. Junto a Rubber Soul y Revolver mis tres artefactos beatlemanos preferidos.
    Abrazos.

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  9. Mi favorito junto con "Rubber Soul", pero "Revolver", "Sgt. Pepper's", "Magical Mistery Tour" y el blanco van pegaditos.

    Abrazos, Jorge.

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  10. Muy bien contado y muy de acuerdo en todo lo que dices ... empezando por lo de la banda mas influyente de la historia en caso de que alguien dude :-)

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  11. Pues muchas gracias, J. Lo de la influencia no creo que lo dude nadie.

    Un abrazo.

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