lunes, 14 de febrero de 2022

Down And Out Blues

Del indigente, del vagabundo o del sin techo. Ése es el blues que canta Sonny Boy Williamson en su mítico primer elepé Down And Out Blues, publicado en 1959 y hecho de singles grabados para Checker entre 1955 y 1958. El Jimi Hendrix de la armónica blues, en feliz descripción de John Mayall, se rodea de los grandes maestros del género —la base rítmica la forman Fred Below y Willie Dixon; los pianos son mayoritariamente de Otis Spann y, cuando no, de Lafayette Leake y entre los muchos guitarristas brilla Muddy Waters en dos temas — y se deja la piel tocando y cantando crujientes píldoras del Chicago eléctrico. Es precisamente Waters quien se encarga de una de las guitarras que suenan en Don't Start Me Talkin', una de las piezas más conocidas de su autor, versionada por rockers eternos como los New York Dolls o Rory Gallagher y apertura infalible que informa con rotundidad de lo que se nos viene encima. Cualquier aficionado sabe que lo que se cuece en este plástico es crucial, al igual que la influencia de la armónica, la voz y la mera presencia de Williamson tendrá en los Animals, los Yardbirds, Led Zeppelin o los Who. El feeling que transmiten los intérpretes es ambrosía, siempre mandando el instrumento de nuestro hombre, en cortes como All My Love In Vain (título que sirve para recordar que Sonny Boy conoció a Robert Johnson), Keep It To Yourself, Dissatisfied, Fattening Frogs For Snakes, Your Funeral And My Trial (con unas teclas muy destacadas de Leake) o Cross My Heart (las teclas gozosas aquí de Spann). Una catarata de sonidos alimentados de pasiones, de sencillez infalible y de autenticidad, una palabra más sobada que "demagogia" o "populismo" pero que nos vemos en la obligación de utilizar. Si la música de Sonny Boy Williamson registrada en su debut no es auténtica, no sé yo qué puede serlo.


 

4 comentarios:

  1. Un gran disco que arranca con esa tapa tan elocuente y esos blues salvajes de un interprete inolvidable. Trampolín para su desembarco en islas británicas !!!
    Saludos Gonzalo

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  2. ¡Hombre, Juancho! Un pedazo de disco, sí. Y en la Pérfida Albión enseñaría a más de uno nuestro hombre.

    Abrazos.

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  3. Ese "Jimi Hendrix de la armónica blues" que por lo visto comentaba Mayall, es un gran acierto. Y lo es además porque, lo comentas en la entrada, la influencia del intérprete americano en las bandas inglesas más destacadas, es indudable. Tengo por ahí su grabación con The Yardbirds en el Crawdaddy, una joyita en directo que debo rescatar sin falta.
    Abrazos,

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  4. Yo tengo el directo con los Animals, Javier. El de los Yardbirds lo he escuchado, pero no lo tengo en formato físico. Lo de la influencia es indudable, como bien dices.

    Un abrazo.

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