El interior de la carpeta doble que viste el Absolutely Live de los Doors contiene un pequeño texto que explica que: "Este álbum es una recopilación de actuaciones en directo grabadas en ciudades de los Estados Unidos durante agosto de 1969 y junio de 1970. Aparte del montaje necesario para dar a la música forma de álbum, la grabación es un documento orgánico y absolutamente en vivo!". Como recopilación, irregular; como documento, espléndido.
Los Doors no dudan en interpretar canciones nuevas, alargar las conocidas por sus versiones de estudio o improvisar sobre los poemas de Jim Morrison (The Celebration Of The Lizard) para transformar su música sobre los escenarios. El resultado lo resumen muy bien los quince minutos de When The Music is Over, alternando momentos instrumentales soberbios de Ray Manzarek y Robby Krieger con otros, en los que Morrison interacciona con el público, que quizá durante el concierto funcionaban, pero que prensados en vinilo y escuchados en casa hacen que la intensidad decaiga. No estropean el conjunto, por supuesto, las charlas del cantante, simplemente debilitan lo que podía haber sido un doble elepé sobresaliente que hay que dejar en notable.
Las lecturas de Bo Diddley (Who Do You Love?) y Willie Dixon vía Muddy Waters (Close To You), sumadas al otro original de Dixon (Backdoor Man: aquí vía Howlin' Wolf, parte del popurrí de la primera cara y ya registrado en el debut del grupo californiano), certifican el amor de los autores de Strange Days por el blues y el rock and roll seminal que, ensanchados por la realidad psicodélica que les rodea, son la base del sonido Doors bien en directo, bien en estudio. Sin embargo, no es ajeno dicho sonido a la vanguardia en la que jam, disonancia, recitado y otros elementos vinculados a la free form en general se alían. El cuarto de hora de The Celebration Of The Lizard carbura sorprendentemente bien aun no teniendo en frente al cuarteto que ejecuta/pone en escena la pieza, justo antes de que un vibrante y harto convincente The Soul Kitchen —quizá la cuarta cara sea la más interesante— dé por finalizado este Aboslutely Live que a pesar de los peros expresados no se debe dejar de escuchar y, en mi caso sin duda, disfrutar.
En su día lo escuché hasta la saciedad. Seguramente el disco de The Doors que más he oído. Me encanta. Abrazos.
ResponderEliminarYo también lo tengo muy trillado, Juanjo, creo que es el primero que me compré de los Doors.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto que la cháchara de Morrison hace que caiga la intensidad al escucharlo en casa y que el setlist es 'raro'. Pero también lo es que es un documento extraordinario sobre los Doors de la época casi final.
ResponderEliminarBuena reivindicación de un álbum no demasiado conocido.
Un abrazo.
Acertás haciendo la aclaración de que es un documento espléndido y una recopilación irregular.
ResponderEliminarPara disfrutar la escucha prefiero a los Doors de estudio. Pero estos discos completan la panorámica de la banda. Eran esto también.
Abrazos
Frodo y Jorge: veo que coincidimos en la valoración del disco. Yo prefiero también los discos en estudio, pero es cierto que no está de más recordar y reivindicar este doble en vivo.
ResponderEliminarAbrazos.