Si bien Overend Watts y Buffin mantendrán vivo el grupo con el nombre recortado tras el adiós del insustituible Ian Hunter, el último disco de Mott The Hoople es a todas luces este The Hoople de 1974 que hoy rescatamos. Se suman en él a los tres músicos citados Ariel Bender (en sustitución de Mick Ralphs, ya en Bad Company) y Morgan Fisher para conformar un quinteto espléndido a la hora de dar forma sonora a las canciones de Hunter y no dejarse amilanar por los anteriores y magistrales All The Young Dudes y Mott.
La felicidad inicial, cercana a una celebración góspel, de The Golden Age Of Rock And Roll debe mucho a los saxos y los coros invitados. No se van los saxos de Marionette, curioso, potente e incómodo tema en el que también hay un chelo. Alice coquetea con el music hall en una hermosa canción en la que los teclados de Hunter y Fisher mandan sin disimulo. Como puro contraste, Crash Street Kids se pasa al rock cuasi hard poniendo el disco patas arriba y dejando que Bender luzca su guitarra solista en los compases finales. La única composición de Overend Watts, o la única que no es de Hunter, es Born Late '58, glam rock de riff y modales clásicos. Trudi's Song es la balada que no puede faltar, que se desarrolla sin mácula en clave country y tono crepuscular y que tiene esos ecos de Bob Dylan que el líder de la banda nunca deja de explicitar. Pearl 'N' Roy (England) recupera los tres saxos del principio y el carácter lúdico de The Golden Age… Grandilocuente y excesiva, la segunda balada del elepé se llama Through The Looking Glass y no alcanza el nivel, aun jugando en la misma línea épica, de Hymn For The Dudes, en Mott, o incluso de una cara B como Rest In Peace.
En diciembre de 1973, Roll Away The Stone había sido single de éxito, y es elegido, a su vez, para cerrar The Hoople con el añadido de los punteos de Bender y algún coro de Lynsey de Paul que no le hacen perder su brío y frescura glam. Despedida de un disco quizá inferior a sus dos antecesores pero muy notable en su conjunto y digno del grupo que aquí concluía una carrera imprescindible. Por mucho que algunos aficionados todavía no tengan sus álbumes junto a los de T. Rex, los Faces o los New York Dolls.
Un album notable aunque, estoy de acuerdo, inferior a los dos sobresalientes anteriores. Mott The Hoople fueron la alegría de la huerta (junto a las estrellas glam que mencionas T.Rex, Faces, NY Dolls...) de aquella época.. Además, que grandes músicos tanto a nivel individual como en el conjunto de la idea de banda que representaron. Escucharles ahora es recuperar la sensación de fiesta y vacile. Fueron irrepetibles. No encuentro a ningún grupo actual que se les parezca, que tenga ese aura cockney y brillante tan auténtica.
ResponderEliminarAbrazos,
un disco esplendido tambien el de este gran grupo de una epoca irrepetible la de los 70s que fue la gran epoca para mi del rock n roll
ResponderEliminara mi me gustan muchisimo mott the hoople y este disco fue una genial despedida de mott como grupo, yo tengo a mott junto a los faces , t rex y los maravillosos dolls clasicos dentro de mi coleccion enorme de discos.
mott the hoople es un grupo que hay que tener si o si si te gusta el rock n roll no hay mas
abrazo
No podía estar más de acuerdo contigo, Javier. Hay grupos influidos por Mott The Hoople, pero con su personalidad es imposible.
ResponderEliminarAsí es, Santi, si te gusta el rock and roll no puedes ser ajeno a Mott The Hoople, aunque tengo la impresión de que es una banda que no es suficientemente reivindicada.
Abrazos.
Desde luego que la trayectoria de esta banda es imprescindible, rock glam a la altura de otros artistas más celebrados. Por cierto, el amigo Hunter goza de una forma en vivo absolutamente envidiable.
ResponderEliminarAbrazos.
Totalmente, Jorge, un grupo que no debemos cesar de reivindicar. Sí, lo de Hunter no es normal. Y además su material en estudio siempre es interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.