Cuarenta años después de que Frank Sinatra grabara el álbum del desamor por excelencia en clave de jazz vocal y recordando el paso de Ava Gardner por su vida —In The Wee Small Hours—, Chris Isaak le respondía en forma de rock and roll entristecido gracias al maravilloso Forever Blue (1995). La ruptura con Sonya Chang, que además de su pareja era su representante, da lugar a un disco de dolor y queja por el agravio sentimental que empieza con uno de los temas más famosos de Isaak —Baby Did A Bad Bad Thing—, especialmente después de que Stanley Kubrick decidiera incluirlo en su última película, Eyes Wide Shut. Lleva a engaño esta espléndida composición (cuyo riff se puede rastrear en ZZ Top, Canned Heat y John Lee Hooker), pues su dureza acusatoria poco tiene que ver con lo que está por venir, baladas o semibaladas en las que el autor de San Francisco Days nos pone los pelos de punta con unas interpretaciones sentidas hasta la médula y arregladas con elegante sobriedad por los músicos que le acompañan. La pena y la desgracia llegan a su momento álgido a mitad de camino mediante Things Go Wrong (con la sombra de Roy Orbison muy presente) y, especialmente, Forever Blue, punto de no retorno para el suicida (por mucho que digan que de amor no muere nadie) o vuelta a empezar para quien no abandona el instinto de supervivencia. Es el caso de Chris Isaak, que con There She Goes parece comenzar una recuperación que ya había asomado en el cuarto de los cortes (Go Walking Down There), aumentando la potencia de los sonidos (Goin' Nowhere) o rebajando la oscuridad de los mensajes (I Believe), si bien Changed Your Mind o Shadows In A Mirror nos recuerden que el corazón roto tardará en recomponerse. Pero lo hará —The End Of Everything pone punto final y conmovedor—, y de aquellas ruinas afectivas quedará, queda, una bellísima colección de canciones encargada de sublimar lo que para su creador no será hoy —imagino— sino vaga coyuntura pretérita. Por mucha pesadumbre que a la sazón le causara.
ResponderEliminarNo estoy muy de acuerdo con esa afirmación que haces sobre In The Wee Small Hours, álbum conectado con Where Are You? Y aún más con Only The Lonely y el título que le adjudicas al primero podría repartirse entre los tres aunque seguramente el tercero sea merecedor de ello lo que ocurre es que quizás por la propia naturaleza de In The Wee Small Hours este se lleve todos los aplausos (merecidísimos). Ya en su propio sello Reprise el bueno de Frank registraría discos más nostálgicos y menos depresivos pero también con el mismo denominador común como puede ser September of my Years y su relación con Mia Farrow. Sí que coincido contigo en la lectura que haces sobre Forever Blue, Isaak es otra debilidad como Sinatra aunque aqui se atisba algo de luz al final del túnel en algunas de sus composiciones. Poco tiempo despues llegaría el álbum Baja Sessions, una buena manera de dejar atrás las penas.
Gracias
Es un discazo.
ResponderEliminarY la reseña una buena oportunidad para rescatarlo.
Gracias
Hola, Fran. Grandes discos los que citas, "Lonely The Lonely" en concreto en nada envidia a "In The Wee Small Hours", aunque quizá yo me quede con el que he elegido para arrancar el texto. Sí, "Forever Blue" deja abierto el camino de la esperanza y la recomposición.
ResponderEliminarTotalmente, Alberto, a recuperarlo se ha dicho.
Abrazos.
Me planté en su primera grabación, aquel magnífico "Silvertone", y de allí (lamentablemente) no pasé. Cosas que ocurren con artistas o bandas que destacan mucho al principio (tipo Pearl Jam) y que, no se sabe por qué razón, no calan lo suficiente para seguirles la pista.
ResponderEliminarMuy interesantes las referencias a Sinatra, un artista al que (para nada) asociaba con Isaak. En su obra "Silvertone" me suena mucho más a Orbison.
Abrazos,
Pues yo "Silvertone" no lo he escuchado, Javier. Lo de Sinatra es por el tema del álbum, pero Orbison es una influencia muy presente en Isaak, aquí la cito en "Things Go Wrong".
ResponderEliminarUn abrazo.