Restos de las sesiones del 7 y el 14 de agosto de 1960 que habían nutrido el A Night In Tunisia de 1961*, los cinco temas de Like Someone In Love —sin razón artística alguna— no verán la luz hasta 1967 . El impresionante quinteto que graba ambos elepés de Art Blakey y sus Jazz Messengers (Blakey, Wayne Shorter, Lee Morgan, Bobby Timmons y Jymie Merritt) borda el hard bop tanto en uno como en otro, así que el cajón que guardó el segundo de ellos, y objeto de nuestro análisis, no lo hizo para ocultar al mundo un desastre musical indigno de sus autores.
Encargada de encabezar y poner nombre al álbum, Like Someone In Love (la canción que cantaran en los años cincuenta Frank Sinatra y Ella Fitzgerald y que había sido compuesta la década anterior por Jimmy Van Heusen y Johnny Burke para una película olvidada protagonizada por Randolph Scott) muestra desde un principio el potencial y la elegancia de nuestros hombres, especialmente el de la trompeta de Morgan y el piano de Timmons, creadores de las dos improvisaciones que posee el tema. Johnny's Blue, escrita por Morgan, contiene solos de éste, Shorter, Timmons y Blakey, destacando los que de saxofonista y pianista se yuxtaponen. Los tres cortes que van a completar el trabajo los trae Wayne Shorter. Noise In The Attic tiene un ritmo explosivo que se debe a un Blakey espectacular protagonista durante sus casi ocho minutos: ¡qué nervio el de sus baquetas, qué belleza la de sus excursos, qué poder el de su solo sin dejar de ser nunca el metrónomo necesario! La balada llega en forma de Sleeping Dancer Sleep On, territorio para que los vientos de Morgan y Shorter y las teclas de Timmons nos encandilen, sí, pero no olvidemos las escobillas del cabecilla del grupo y las notas sobrias y precisas del contrabajo de Merritt. Giantis pone punto final a Like Someone In Love con alegría, fiesta que dirige un Art Blakey feliz en la línea de Noise In The Attic. La magia de Blue Note y el estudio de Rudy Van Gelder ponen el resto para que nos despidamos con una sonrisa en la boca.
*No confundir con el elepé de título idéntico publicado tres años antes por una formación totalmente diferente de los Jazz Messengers en la que solo está su líder.
Comentas discos muy menores y con poca chicha pero que queda muy cool hablar de ellos
ResponderEliminarLamento que pienses así de los alrededor de mil discos que he comentado. El de hoy, ni es menor ni tiene poca chicha, aunque no sé si lo has escuchado. Adiós, anónimo.
ResponderEliminarSigo adquiriendo los discos de Blakey & The Jazz Messengers que va reeditando Blue Note. El último, "Free For All" con una formación de lujo también: Freddie Hubbard (trompeta), Curtis Fuller (trombón), Wayne Shorter (saxo tenor), Cedar Walton (piano) y Reginald Workman (batería). Lo primero que me sugiere este extraordinario artista es alegría, su música posee ese toque que hace reconciliarte con el mundo, un empuje de adrenalina positiva. Cualquiera de sus discos me transporta a ese espacio.
ResponderEliminarCuriosa la mención que haces de la intrahistoria de la canción "Like Someone In Love"
Abrazos,
No he escuchado el disco que dices, Javier, pero por los músicos que aparecen debe ser una maravilla. Lo de la alegría es totalmente cierto.
ResponderEliminarUn abrazo.