El gozoso swing rock de Tweedle Dee & Tweedle Dum nos introduce sin ambages es un trabajo que abandona la metafísica del anterior álbum de Bob Dylan —Time Out Of Mind— para pisar terrenos más tangibles, los de la tradición de su país hechos canciones incontestables durante la hora que dura Love And Theft, publicado el mismo día de 2001 en que dos aviones destruían dos torres y miles de vidas en el corazón de Nueva York. Hay en la entrada de siglo que hace Dylan menos oscuridad y vanguardia, pero el autor de Blonde On Blonde mantiene la excelencia produciendo él solo sin Daniel Lanois y rodeado de una serie de músicos magníficos.
Absolutamente soberbia y emocionante es la segunda de las canciones, que Dylan ya había grabado durante las sesiones de Time Out Of Mind y que Sheryl Crown había hecho suya en The Globe Sessions. Mississippi se abre al mundo en su versión definitiva, perfecta, la del Mozart de la música popular diciéndonos que:
El verano y el rock and roll se alían deliciosamente en Summer Days. Swing de la vieja escuela, el de Bye And Bye es brillante aunque carezca de la contundencia de Lonesome Day Blues, espléndido blues eléctrico con ese regusto a fanfarria que desde mediados de los años sesenta fabrica Zimmerman sin profilaxis. Entre el bluegrass y el swing se desarrolla Floater (Too much To Ask), mientras que High Water (For Charley Patton) se decanta por el country blues al homenajear al mítico músico de Misisipi. Más swing y folk nos vamos a encontrar en la preciosa balada Moonlight. Acelerando el tempo, Honest With Me apuesta de nuevo por el blues a lo Dylan, emparentándose con el Everything's Broken que contenía Oh Mercy. El folk que lleva dentro algo de jazz es el que construye Po' Boy antes de que el blues amplificado salte a la palestra por tercera vez bajo la denominación de Cry A While. La composición más larga del trabajo, Sugar Baby, sirve para que Dylan eche el cierre y se repliegue mediante un folk bellísimo y fantasmagórico donde, en palabras geniales de Joserra Rodrigo, nos "quiere recordar que él fue Wilco antes que Wilco". Ni en sus mejores sueños fabricaría la banda de Jeff Tweedy —no citen Being There, yo también lo adoro— una obra del calado de Love And Theft. Contra el mejor Bob Dylan no hay nada que hacer. Sí, una cosa: sentarse y escuchar.
Hola camarada! No encuentro mucho la comparación con Wilco, a quienes también adoro.
ResponderEliminarSí me quedo con una cita textual de abrumadora elocuencia: "Contra el mejor Bob Dylan no hay nada que hacer. Sí, una cosa: sentarse y escuchar"
¿Qué tal, Beefheart? Joserra se refería a piezas similares a "Sugar Baby" que Wilco incluirá en "Yankee Hotel Foxtrot" y "A Ghost Is Born", yo sí que veo acertada la comparación. Nadie como Dylan, estamos de acuerdo.
ResponderEliminarAbrazos.
La comparación con Wilco es ridícula.
ResponderEliminarSaludos
La comparación podrá ser discutible, Antonio, pero jamás ridícula. Yo la veo fundada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Noooo, de ninguna manera diría que es ridícula. Seguramente los Wilco idolatran a Bob, como debería ser en cualquiera que se dedique a la música popular.
ResponderEliminarYo tampoco la veo ridícula, Beefheart, gracias. Hombre, muy difícil que no adoren a Dylan.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me meto en el tema Wilco, algunos de nuestros íntimos conocen a la perfección mi opinión a propósito de esa banda.
ResponderEliminarDisco, como apuntas con tino, que pisa terrenos más tangibles que su anterior obra, también magnífica.
Resumiendo, lo prefiero a Time out of mind, y es sin duda el disco que más me gusta de Dylan en las últimas varias décadas.
Abrazos.
Yo me quedo antes con "Time Out Of Mind", Jorge, pero ambos me parecen excelsos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo una espinita clavada en mi corazón dylaniano y es el no poseer esta obra del minesotarra (como diría el mencionado Joserra...). Lástima porque es evidente que pertenece a una época, desde el "Time Out Of Mind", más que interesante (yo la calificaría de cierta resurección). Tu entrada, brillante en esa comparación con Wilco aunque no la pueda contrastar, no hace más que ahondar la herida. Intentaré curarla de inmediato.
ResponderEliminarAbrazos,
Pues te recomiendo que te hagas con "Love And Theft" lo antes posible, Javier, la música que contiene es excepcional.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encanta el disco que rompe con el Lanois-made anterior y le adentra en terrenos mas tangibles durante bastante rato - Modern Times, Together Through Life y hasta Tempest van por el mismo camino. Aún así, reconozco que prefiero y mucho Time Out of Mind y como rompió la baraja con él ....
ResponderEliminarSí, J, "Love And Theft" abría ese camino, aunque yo, como tú, prefiera el "Time Out Of Mind".
ResponderEliminarUn abrazo.
Joer, vaya polémica con lo de Wilco. Yo no veo comparación, simplemente me parece resaltar que hay algún detalle donde Dylan sentó las bases de Wilco, como se podrían citar tantos otros de la historia del rock teniendo en cuenta la enorme influencia del genio de Duluth. Muy buena reseña como es habitual, Grandmaster. Abrazos.
ResponderEliminarYo creo que lo que decía Joserra, atándose a "Sugar Baby", es muy acertado. Muchas gracias por lo de la reseña, Juanjo.
ResponderEliminarAbrazos.