El segundo libro de Juanjo Mestre ya está a la venta, un excelente acercamiento al universo de los Cramps que he ayudado a corregir y he prologado, tal y como ya hice en su anterior e imprescindible 1050 discos cardinales. Pero hay una cosa más que adelanto en el texto que encabeza el libro y que pueden leer seguidamente: sin haberme inmiscuido en ello y sin haberlo pedido ¡Juanjo me ha convertido en uno de los protagonistas del libro! Cómprenlo para saber más y disfruten de Lux & Ivy. Una cita con los Cramps.
"Tocar el mismo rock and roll de los orígenes desde una perspectiva única, serle fiel sin imitarlo." Así describía quien esto firma la música de los Cramps en un texto sobre su primer y extraordinario elepé, Songs The Lord Taught Us. Y no me cito por vanidad o pereza —que bien podría ser—, sino porque creo que dicho axioma queda claro tras leer el libro de Juanjo Mestre sobre la banda californiana. Lux Interior y Poison Ivy eran enciclopedias sobre el rock and roll, en especial en su vertiente rockabilly, pero su afán de rescatar a oscuros artistas de las décadas de 1950 y 1960 y de reivindicar un subgénero concreto no se hizo en contra de construir un imaginario estético propio y sonar como nadie lo había hecho antes. Las docenas de versiones que se pasean por el libro de Juanjo pueden cotejarse con las originales y, si a alguien todavía le quedan dudas, puede tumbarse a escuchar del tirón la discografía de los Cramps, en especial su mencionado debut, Psychedelic Jungle y A Date With Elvis. O puede fiarse de un servidor y viajar conmigo a 1998 a la localidad madrileña de Móstoles. Allí se celebraba la primera jornada del Festimad, cuyo cartel incluía a los autores de Stay Sick y a los no menos egregios Motörhead. El trío de Lemmy, que presentaba Snake Bite Love, dio un fenomenal concierto (pasado por barro) que a mí me pareció insuperable. "Solo algo sobrenatural podría superar esto", es posible que pensara. Y ese algo sobrenatural —ya lo habrán adivinado— eran los Cramps. Liderada por un Lux Interior fuera de sí que casi acaba derribando todos los altavoces que colgaban de la parte alta del escenario, la banda ofreció un soberbio espectáculo eléctrico y teatral que nunca se me ha ido de la cabeza y —sin ser su intención— dejó a la altura del betún a quienes aquel 1 de mayo (la causa obrera en declive) eran cabezas de cartel: The Offspring y Pennywise. Gracias a las palabras y las imágenes de este estupendo libro de Juanjo Mestre, del que también soy protagonista, estos y otros recuerdos saltan a mi palestra cerebral para sacudirme de arriba abajo con ese altar profano de rockabilly, garage rock, punk y psicodelia —psychobilly— que tan admirablemente erigió el inseparable binomio Interior/Ivy o Ivy/Interior. Si disfrutaron con 1050 discos cardinales, obra anterior de Juanjo, con este Lux & Ivy lo harán igual. Si no más."
Ya lo tengo en casa y en cuanto acabe lo que tengo ahora entre manos me pongo con ello. Muchas ganas de sumergirme en el mundillo de Lux & Ivy.
ResponderEliminarAbrazos
Pues ya nos dirás qué te ha parecido, Jorge.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya está hecho el pedido artistas. Hize una reciente escucha de su discografía para preparar el ambiente.
ResponderEliminarAbrazos a los dos.
Jajaja, qué grande, preparando el ambiente y todo. Un abrazo grande, Don Javier, nos vemos pronto, muchas ganas de verte y abrazarte en persona.
EliminarTe digo lo mismo que a Jorge, Javier.
ResponderEliminarAbrazos.
1000 gracias por tanto, Grandmaster.
ResponderEliminarUn placer enorme, Juanjo.
ResponderEliminarAbrazos.