lunes, 19 de septiembre de 2022

The Doors

Rompedor e inclasificable, la única pega que se puede poner al extraordinario debut de los Doors es que el grupo de Jim Morrison no volverá a alcanzar el nivel que aquí se expone. Porque, acudiendo al principio, la mitad y el final antes de entrar en materia individualizada, un disco que abre al ritmo del garage rock poderoso e inmediato de Break On Through (To The Other Side), cierra con la paranoia apocalíptica y psicodélica de The End expresándose en términos y extensión antitéticos (dura nueve minutos más) y produce una fantasía jam preprogresiva equidistante entre una y otra canción como Light My Fire no puede ser sino muy, muy especial.

Partiendo del What I'd Say de Ray Charles (igual que el año anterior los Remains con You Got A Hard Time Coming) y otras influencias R&B los autores de Strange Days las llevan al rock and roll más salvaje de la mano de la British Invasion, explicitando desde el arranque que su sonido no tiene parangón y que en él también se infiltran la bossa nova y la música popular cubana. Los teclados de Ray Manzarek, la guitarra de Robby Krieger, la batería de John Densmore y la voz (afectada pero única) de Jim Morrison (cuya temprana muerte hizo de él un mito) generan una nueva manera de aproximarse al rock, pues aunque en el siguiente corte, Soul Kitchen, haya blues, funk y soul, la forma en que son abordados y regurgitados lleva el sello Doors. The Cristal Ship introduce el pop barroco en la ecuación, canción de amor en la que mandan el órgano y el piano de Manzarek. Igual para un circo que para un cabaret sirven Twentieth Century Fox y Alabama Song, versión esta última de la composición de Bertolt Brecht (letra) y Kurt Weill (música), que en manos de nuestros protagonistas se mueve entre el ska y la fanfarria psicodélica. Si las teclas de Manzarek han sido decisivas hasta este momento, devienen protagonistas imprescindibles en Light My Fire, trasformando su largo y fantástico solo de órgano un tema en principio simple en una odisea creativa, un espectáculo sensorial en el que la aportación solista de Krieger y la percusión de Densmore son igualmente densas e importantes: ¿alguien dijo que la bossa nova, la música barroca, el jazz y el rock no podían ir de la mano? El Back Door Man que cantara el gran Howlin' Wolf es adaptado sin trabas al tono del álbum y la banda, mientras que I Looket At You aporta sabor beat a la función. End Of The Night apuesta por la psicodelia reposada y misteriosa y Take It As It Comes por la pop y coloreada, justo antes de que The End nos arrastre al exceso y al delirio en sus cerca de doce minutos. ¿Qué decir de esas notas hipnóticas que nos llevan poco a poco a El corazón de las tinieblas conradianas, como bien intuyó Francis Ford Coppola al incluirlas en su traslación de las palabras del escritor sobre El Congo belga a sus imágenes sobre el Vietnam invadido por Estados Unidos en Apocalypse Now?

Publicado nada más comenzar 1967, The Doors merece ser citado —sin reparo o prevención alguna— junto con las obras maestras de dicho año, ya sean las asimismo puestas de largo de la Velvet Underground y la Jimi Hendrix Experience, el Sgt. Peppers de los Beatles o el Forever Changes de Love, pues la originalidad y la calidad exhibidas por los Doors en su primer elepé son igual de absolutas. Y no se nos olvida, por supuesto, comentar la producción de Paul A. Rothchid y la presencia icónica de Jim Morrison, cargante y subyugante en idéntica proporción, pero esencial para comprender a un grupo que tocó techo al arrancar y que nunca, aun registrando cosas excelentes, volvió a dar con un trabajo tan bello y fascinante. Los Stooges sin ir más lejos —imagínense— tomaron buena de contenido, continente y discográfica para darse a conocer dos años después.


 

12 comentarios:

  1. Este fue el primer álbum de The Doors que escuché, me gustó, mucho...más que las canciones en si mismas, lo bueno de este álbum es la ambientación, es oscurísimo, tétrico, inquietante por momentos.

    La primera canción, pero, es energía en estado puro, Morrison canta como si fuera la última vez, con una fuerza desbordante, es genial.
    Soul Kitchen es un pop bastante oscuro, muy a la manera del grupo.
    The Crystal Ship suena muy dramática, y tiene un piano excelente.
    Twentieth Century Fox, esto sí que es pop, la verdad es que se me hace un poco pesadita, pero no es mala.
    Alabama Song (Whiskey Bar) es muy agradable, sobretodo el estribillo, realmente, Jim parece borracho (¿parece?).
    Light My Fire. Un solo inicial de órgano maravilloso, Morrison fantástico, Roby se funde con ese solo de blues, se junta todo y nos sale una excelente canción, aunque tal vez un pelín demasiado larga.

    Las tres siguientes son bastante similares entre ellas, bueno en realidad las tres salvo End Of The Night, que es como The End, pero sintetizada.
    Y ahora, mi favorita: The End. Es una canción depresiva (que no deprimente), demente, esquizofrénica, apocalíptica, la ambientación es de lo mejor del Rock. Aunque instrumentalmente no se prodiga mucho, supongo que eso ya está hecho a propósito, no creo que un solo fuerte de guitarra u órgano encajara.

    Otra razón por la que me encanta es que (como bien apuntas en tu genial reseña) Francis Ford Coppola tuvo la genialidad de incluirla como canción estrella en una de mis películas favoritas: Apocalypse Now, la canción parecía hecha para la película, una ambientación deprimente, ahora sí, de la vergonzosa intervención de los salvadores del mundo, los yankees, en Vietnam.

    Para mí, es la mejor canción de los Doors, la única que se le puede comparar es Riders On The Storm, aunque no es tan intensa como esta.

    Abrazos, Gonzalo.

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  2. Esa ambientación que dices es la que da al disco su carácter único, nacida de todas las cosas que comento en el texto. Lo de Coppola fue un gran acierto sin duda, también es una de mis películas favoritas (las cuatro que hizo el director en los años setenta me parecen extraordinarias). "Riders On The Storm" es gloriosa, cierto, parte de un elepé, "L.A. Woman", que considero el siguiente en el escalafón de los Doors; junto con "The End" y "Light My Fire", mi tríada de la banda de Morrison.

    Gracias por tu comentario y un abrazo, Jep.

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  3. El disco y la banda han marcado mi adolescencia, a fuego.
    ¿Sabes cómo empezó mi blog? No es casual: Así

    https://frodorock.blogspot.com/2010/08/pasen-y-escuchen.html

    Abrazos Gonzalo. Excelente reseña

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  4. Buf ... por encima del bien y del mal. Solo como empieza y como acaba daria para meterlo en cualquier lista que se precie. Imprescindible del tó!

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  5. Veo que eres fanático, querido Frodo. También yo de adolescente flipé con los seis discos de los Doors con Morrison (todos grabados en casete), ahora sigo enamorado sobre todo del primero y el sexto, sin negar el pan a los otros cuatro, claro. Gracias por lo de la reseña.

    Totalmente imprescindible, J, claro.

    Abrazos.

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  6. Inapelable reseña del debut de The Doors, describes con pulso firme todo lo concerniente a lo que encierra este tremendo álbum poniendo el acento en todos los estilos y esencias que encierra.
    Siempre me he decantado por el último lp firmado por la banda por encontrar afinidades estilísticas muy fuertes con mi carácter general como melómano, pero en realidad nunca he podido dejar que pase inadvertido que este debut es lo más grande que hizo la banda.
    Abrazos.

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  7. Gracias por tus palabras, Jorge. A mí también me encanta el "L.A. Woman", lo que pasa es que el debut es súper especial.

    Un abrazo.

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  8. Coincido con la opinión general, este debut de The Doors es una obra maestra, todas sus canciones rayan a un gran nivel, especialmente "Break On Through", "Light My Fire" y "The End", esta última un viaje alucinado que, como bien reseñas, encaja perfectamente en la película de Coppola. Yo, al igual que Addi, soy más forofo del "L.A.Woman", una obra menos brillante que su debut pero, valga la expresión, más doliente, con un Morrison ya tambaleante y el resto de la banda empujando para mantener a la banda viva.
    No puedo evitar un último comentario sobre Morrison. Lo que tenía de genio, que era mucho, también lo tenía de majadero, por decirlo suavemente.
    Abrazos,

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  9. La verdad es que "L.A. Woman" ya solo por "Riders On The Storm", que señalaba Jep, se merece un monumento. Coincido en tu apreciación de Morrison, "cargante y subyugante en idéntica proporción" es como yo le defino.

    Abrazos, Javier.

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  10. Muy buena critica Gonzalo, este album es "pura filosofia" de principio a fin, un gran disco plagado de reflexiones y de arte .

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  11. Muy buena critica Gonzalo, este album es "pura filosofia" de principio a fin, un gran disco plagado de reflexiones y de arte .

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  12. Muchas gracias, Claudio. Gracias por pasarte por el blog y comentar.

    Un abrazo.

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