Entre 1959 y 1962 se produce el primer hiato discográfico en la carrera de Sonny Rollins (el segundo será de seis años, iniciado tras el magistral East Broadway Run Down), del que sale con este espléndido The Bridge, materializado en enero y febrero de 1962 y publicado por RCA. A la novedad del sello hay que sumar la de la formación, pues acompañan al saxofonista Jim Hall (guitarra), Bob Cranshaw (contrabajo) y Ben Riley (batería).
Without A Song abre el elepé entre el hard bop, el cool jazz, la bossa nova y el calipso tratados con excelencia por el cuarteto. El saxo tenor de Rollins no ha perdido un ápice de persuasión, o cómo sonar poderoso en un ambiente relajado, mientras que Cranshaw y Hall suman solos frescos, felices y plenos de feeling. La balada Where Are You? sirve de vehículo para que Rollins y Hall nos embelesen —alternándose— con sus notas románticas. La primera cara concluye con un original del autor de Way Out West que acelera y enardece el plástico, hard bop efusivo que se presenta bajo el nombre de John S. y donde la improvisación de Rollins se impone claramente.
La segunda cara mantiene la línea del final de la anterior, pues el corte que da título a The Bridge está también compuesto por Sonny Rollins, se mueve en coordenadas estilísticas muy similares y lo comanda el explosivo instrumento de nuestro hombre, si bien la intervención de Hall y sus seis cuerdas es muy creativa y las de la base rítmica rezuman frenesí. La lectura del God Bless The Child de Billie Holiday es una magnífica balada en la que el grupo roza el cielo y nada está fuera de lugar, incluso aunque Ben Riley deje sus baquetas a Harry T. Saunders. No cesan de agradarnos Rollins, Hall, Cranshaw y un Riley que vuelve a sentarse en su banqueta en la adaptación del You Do Something To Me de Cole Porter, tema sentimental asimismo —pero de tempo más rápido que el anterior— que significa el adiós de un trabajo con el que su creador retomaba su obra con la categoría de él esperada. Es decir, como si no hubieran pasado tres años. Decíamos ayer…
No tiene sentido la vida muchas veces
ResponderEliminarY aunque nos espere a solas con nosotros mismos
La vida son palabras de poetas caídos con barro de lo que fueron
saludos
Dejemos bellas palabras escritas entonces, Recomenzar.
ResponderEliminarSaludos.
Jamás escuché nada de Sonny Rollins. ¿estoy muy mal, no es cierto doctor?
ResponderEliminarTendré que remediar eso esta misma noche. Arranco con este disco
Abrazos
Bueno, por aquí recién ahoea es la noche. Y tengo que retractarme: ya conocía además de la canción que le da título al disco, otras. John S. siento que la tenía muy escuchada, no sé de dónde. Seguiré con otros de sus discos.
EliminarGracias por la recomendación, una vez más
Gracias a ti, Frodo. Tengo bastantes discos de Rollins comentados, por si quieres seguir ahondando.
EliminarUn abrazo.
Recuerdo cuando inicié mi andadura con Sonny en aquel magnífico "Plus 4" que, a fecha de hoy, sigue siendo una de mis referencias favoritas en este proceloso mundo del jazz. Tambíen su "Saxophone Colossus" dejó su impronta. Todo lo que suene a Sonny Rollins tiene un aura especial. Debe ser un místico
ResponderEliminarTmo debida nota de este "The Bridge"
Abrazos,
Qué dos grandes discos citas, Javier, "The Bridge" es también buenísimo. Yo he hablado mucho de Rollins en el blog, es un músico tremendo, menuda potencia la de su saxo.
ResponderEliminarUn abrazo.